Saldo positivo, saldo negativo

3 enero, 2020
Saldo positivo, saldo negativo

-Inseguridad y crecimiento económico
-Continúa la corrupción y la impunidad
-Cambio de sistema y no solo de gobierno

AL término del primer año del gobierno de la Cuarta Transformación el saldo es negativo en lo que se refiere al grave problema de inseguridad en gran parte del país y al casi nulo crecimiento económico.

Sin embargo, la popularidad del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR registra una aceptación bastante generosa, lo que se convierte en el saldo positivo de la 4T.

En efecto, el actual gobierno federal, reconózcase o no, ha quedado a deber a las familias mexicanas ante el implacable clima de violencia generada, principalmente, por distintas organizaciones del crimen organizado.

Asimismo, los distintos programas asistenciales no han logrado reducir el índice de pobreza extrema en que viven millones de ciudadanos, indicador de que el crecimiento económico proyectado, simple y sencillamente no aterrizó.

Respecto al combate a la corrupción e impunidad es evidente que no ha sido suficiente el esfuerzo del gobierno de la Cuarta Transformación. La contundencia no se ha visto reflejada tal y como lo esperaba la sociedad azteca.

Tan simple como analizar el encarcelamiento de la exsecretaria de Desarrollo Social en el sexenio de ENRIQUE PEÑA NIETO, ROSARIO ROBLES BERLANGA, quien fue vinculada a proceso por presuntas irregularidades detectadas en el desempeño de su cargo público.

El encarcelamiento de ROBLES BERLANGA se asemeja más a una venganza política que a una verdadera acción en contra de la corrupción e impunidad.

La actividad y desplazamiento de los grupos delictivos no sería posible sin la complacencia por omisión o comisión de las autoridades encargadas de combatirlos.

Lo que, en consecuencia, podría ser una evidencia de que el huésped del Palacio Nacional no tiene datos precisos y objetivos del real avance de su gobierno en esa tarea.

Cierto, una sexta parte del actual período constitucional resultaría insuficiente para calificar objetivamente ese anhelo de la 4T. No obstante, es suficiente para, al menos, definir una ruta segura y confiable para llegar a ese destino.

La desaparición de la Policía Federal y la creación de la Guardia Nacional no parecen ser senderos seguros para lograr erradicar la violencia e impunidad de los grupos delincuenciales, como tampoco en su momento logró ese objetivo el Mando Único, por ejemplo.

Por supuesto que tampoco convence el “amor y paz” del presidente LÓPEZ OBRADOR como estrategia para erradicar la violencia que generan los distintos cárteles de la droga.

Los programas de apoyo económico a los jóvenes desplegados por el gobierno federal, tampoco parecen ser la solución ideal y tangible para aniquilar ese flagelo.

El hecho de que México esté viviendo un cambio de sistema y no únicamente un relevo sexenal, podría ser la explicación de decisiones que no generan certidumbre, por lo menos a corto y mediano plazo.

En cuanto al fracaso en el crecimiento económico con todo y “otros datos”, no sería objetivo predecir desde ahora que no se logrará en lo que resta del gobierno de la Cuarta Transformación.

Pero, mientras son peras o son manzanas, lo único cierto es que la 4T no ha logrado erradicar el grave problema de inseguridad que se vive en la mayor parte del país, como tampoco se vislumbran resultados halagadores en lo que respecta al combate a la corrupción.

No es nada convincente que, tan solo porque el Presidente y su gabinete se haya reducido los salarios, la austeridad se haya presentado en el Congreso de la Unión o que no se utilice el avión presidencial, ya no exista la corrupción y la impunidad.

Aunque, como siempre, la mejor opinión es la de usted.

Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx