(Parte 1)
La tarde del 26 de enero de 2017, la recuerdo como si fuera ayer porque asumía la presidencia de la COPARMEX, y además del honor con el que me distinguía el sector patronal de la capital, estuvieron el Presidente Nacional del Organismo y el Gobernador del Estado de Tamaulipas, como testigos, lo que lo hizo aún más especial.
¿Por qué saco el tema? Bien, Victoria no solo es la capital de Tamaulipas, no solo es la perla tamaulipeca, es también, privilegiada por su ubicación geográfica y eso lo hemos desaprovechado.
Acostumbrados a vivir de Gobierno, o de la Universidad (no es crítica, es lo que es), los jóvenes piensan en encontrar un trabajo en una oficina u otra; y los emprendedores generalmente, con independencia de la actividad económica en la que hayan decidido incursionar, buscan en automático venderle algo a gobierno, que su cliente sea el gobierno.
Y tanto quienes buscan una fuente de empleo como quienes las crean podrán decir, ¿es que, qué más? ¿dónde más puedo trabajar si no es gobierno? y el emprendedor dirá también: ¿de quién más puedo ser proveedor si hay pocas empresas fuertes y competitivas? y se vuelve y ha vuelto una bola de nieve de la que nuestra Victoria no ha podido salir.
¿Culpa de gobiernos? Sin duda. Pero solo una parte. ¿Y la otra? ¿De quienes buscan fuentes de empleo o de quienes tienen la capacidad económica para generarlas?
Siempre he creído que quienes tenemos el capital o la forma de acceder a él, tenemos más responsabilidad del subdesarrollo de una ciudad que el resto de la sociedad.
¿Pero qué nos ha faltado entonces? ¿Amor a Victoria por parte de los empresarios? Me queda claro que no; y me consta que no.
Tengo algunas consideraciones de en qué creo que hemos fallado, qué nos ha faltado, cuál es la responsabilidad de los gobiernos y sobre todo, para dónde tiene que caminar el sector emprendedor: dónde están algunas grandes áreas de oportunidad para la creatividad empresarial hoy que avanzamos en seguridad y, atendiendo a las nuevas políticas económicas que encabeza el gobierno del Estado.
Estoy seguro que Victoria librará la resistencia al cambio, y la capital resurgirá económicamente, pero tenemos que actuar.
Sobre ello mi próxima columna… Los invito a estar atentos el próximo domingo a la #DelAbogadoAmigo y, por favor, díganme Ustedes qué opinan.
