Estuve atento a las diferentes posturas institucionales en relación al paro nacional que tendrá lugar el 9 de marzo, llamado: “¡El nueve ninguna se mueve! #UnDíaSinNosotras.”
Varias de estas me agradaron, empezando por la del Gobernador García Cabeza de Vaca, que dijo que son las mujeres quienes han mantenido de pie a Tamaulipas, y que desde luego su gobierno se sumaba a la convocatoria.
La Suprema Corte hizo lo propio, hubo solidaridad plena. Se llevaron a cabo laboratorios sobre mecanismos de protección derechos de las mujeres; mesas de trabajo e incluso pronunciamientos jurisdiccionales.
Y así, hasta algunos partidos políticos se sumaron; pero la declaración que estimo mejor explica la esencia de esto es la del alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, Miguel Treviño, quien dijo que este paro nacional pone el dedo en la llaga, que esto no puede ser visto como un problema de orden práctico: que está por encima de eso, que es parte de nuestra humanidad más básica, sentenciando que “no, que no las podemos suplir” , sin embargo apoyó totalmente el paro.
Por último, y ya que en la colaboración de hoy recogí pensamientos ajenos, cierro diciendo que en lo personal, pienso tal cual lo escribió ayer en su columna “Retrovisor” la reconocida periodista Ivonne Melgar:
“No solo se trata de haber roto la hegemonía que en la conversación pública ejerce el presidente López Obrador. Este movimiento que se ha impuesto en las calles y en las paredes, ha conseguido colocar en el debate de la clase política, los ministerios públicos, los jueces, los rectores, los ministros y hasta de los vecinos del norte, el tema de la violencia que la retórica gubernamental había pospuesto.”
En fin, si hay algo claro qué enfatizar, es que ustedes, nuestras mujeres, son irremplazables.
