Ayer que estuve en algunas colonias de la ciudad, Juani, una vecina, en torno al Coronavirus me dijo: “Lic, dentro de todo lo negativo que trae esto, lo positivo es recordar lo que vale la pena…”
Y es que sí, sin que suene a sermón, es una realidad: en momentos como estos, de adversidad, es cuando nos invade la nostalgia, y valoramos lo que verdaderamente vale la pena.
Estamos a veces tan enfocados en producir unos pesos más para mejorar nuestra calidad de vida y la de quienes nos rodean, que incluso perdemos de vista que a la vez estamos dejando ir la oportunidad para convivir más con quienes más queremos y sobre todo, demostrarles lo mucho, y lo tanto que los queremos. Estos días son los idóneos para hacerlo, es justo eso lo que vale la pena…
Y escapo de la familia, y voy más allá, lo positivo de las crisis, en lo social, es que nos permite salir fortalecidos como comunidad: cohesionados.
México es un país cuyo pueblo, siempre noble, sabe ser, y lo somos: solidarios y justos, a pesar de las enormes desigualdades que existen.
Cierto, no hay precedentes como el Coronavirus, pero sí los hay por analogía, tragedias como los terremotos de 1985 y, para qué irnos tan lejos, el de 2017, donde, en ambos, muchos mexicanos murieron, muchos sufrieron y la economía lo resintió, desde luego.
Pero como lo leí alguna vez: hay algo que une al mexicano más que sus alegrías; sus desgracias. Es ahí donde se une, organiza y responde como un titán bien entrenado.
Hay quienes no pueden quedarse en casa puesto que quién mantendría a la familia; entendámoslo todos y ayudémosles -sugiero- quienes podamos, ahora que no pueden producir, para que salgan lo menos posible durante las próximas semanas. Para todos será difícil, pero sin duda lo será más para aquellos cuyos ingresos dependen del día a día.
En fin, hay que soportar y superar esto juntos, en familia, aislados pero siendo solidarios con los demás.
Y tienes razón, Juani: dentro de todo lo negativo que trae esto, lo positivo es recordar lo que vale la pena… Recordémoslo. Disfrutémoslo. Protejámoslo.
Y aunque aún falta un buen trecho, estoy seguro que vamos a salir de esta.
