Y ¿Arturo Soto Alemán??
Ramón Mendoza S
Reportero
Vecinos de la Calle Revolución a unos metros de la Avenida Technotitlan de la Colonia Azteca de esta ciudad en su desesperación colgaron anuncios frente a sus hogares con la leyenda “No tenemos que comer”.
Una de las entrevistadas quien dijo llamarse Norma Delia Martínez Mireles dijo que ante la apatía de los gobernantes y en plena contingencia por el Covid 19 decidieron mostrar su desesperación por la falta de apoyos pero sobre todo porque “No tienen que comer”.
“Ya no hemos recibido apoyo de nadie, agua no hay, ahora sí que estamos sin comida y sin agua, la situación es difícil; De Arturo Soto ni sus luces, solo vino a pedimos el voto, lo seguimos esperando” expreso.
De manera particular, dijo que trabaja de forma ocasional y con lo que saca en la venta de ropa logra para sobrevivir junto con su familia.
Foto Mendoza.
“Trabajo uno o dos días por semana, vendo ropa y con eso estamos viviendo, nosotros pedimos apoyos alimentarios para poder vivir con esta Pandemia” asevero una ama de casa.
Hay que destacar que ni la Presidencia Municipal, o alguna área social del estado y mucho menos de los diputados, en especial del legislador Soto Alemán se han acordado de ellos, “Solo cuando hay elecciones vienen”.
Y pese a que pregona un arraigo muy especial con la colonia Azteca, donde creció, Arturo Soto Alemán es evidente que tiene en el olvido a los habitantes de este sector, que ante la emergencia y la falta de apoyos, le echaron en cara sus promesas incumplidas.
“Desde que inició la cuarentena por la epidemia de COVID-19, Arturo ni nadie mas se ha parado en el colonia, mucho menos nos ha enviado apoyos” otros de los vecinos.
Al ahora Diputado local del PAN, le recordaron un serie de promesas que no ha cumplido y lo principal, que los haya dejado solos en esta contingencia.
En el exterior de las casas de la calle Tenochtitlan en la segunda etapa de la colonia Azteca, se leen letreros que dicen: «Estamos en casa sin comida».
Son los hogares de aquellas familias que vivían al día con ingresos del comercio ambulante, de la construcción y trabajo doméstico y que tuvieron que parar obligados por la autoridad sanitaria y las recomendaciones para evitar la propagación del COVID-19.
El señor Rubén, dedicado a la vente de aguas frescas y fruta, dijo que tristeza «no tenemos que comer, no nos dejan trabajar y los apoyos que prometieron no han llegado» y asegura que ya tiene un mes así.
