Cabeza de Vaca estaría buscando puentes de negociación con el Presidente AMLO

17 agosto, 2020

  Al abrir este tema  al escrutinio de la opinión pública, la primera pregunta  que se impone es: ¿Llego la hora  de negociar en el enfrentamiento político que sostienen actualmente el  mandatario estatal tamaulipeco  y  el gobierno de la república, liderado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador?  

Y después de esta interrogante, la duda en automático, es:  ¿De que dimensión llegarían a ser estas negociaciones, y que posiciones  en el futuro inmediato estarían en juego? 

  Este fin de semana,  hasta  este espacio de opinión llegaron versiones no confirmadas, en el sentido  de que  el ejecutivo estatal, Cabeza  de Vaca  estaría buscando puentes  de negociación con el Presidente AMLO. 

 Al margen de  apasionamientos y de visiones parciales, ¿a quien creen ustedes que le conviene más la negociación?  Sobre todo en la antesala de las advertencias obradoristas de hacer públicos los famosos videos de los moches.  

  ¿Se resistirá  aun en estas condiciones  el gobierno estatal a llegar a pactar, una especie de tregua con el obradorismo? ¿Y si negocian, que posiciones estarían en juego? ¿El próximo Congreso local en 2021? ¿La gubernatura en el 2022?  

 Sobre éste punto, al parecer  el gabinete  cabecista luce dividido, pues mientras que  hay un grupo que se inclina por el diálogo, existen también aquellos que, le festejan su coraje, su valor, y su fama  de político  duro, inflexible  y  echado hacia adelante, sin asomo de disponibilidad para suavizar posturas. Al parecer, el grupo de los duros, es el que hasta ahora, ha impuesto  sus posiciones. 

  A la luz de los hechos resulta útil valorar  las fortalezas y las debilidades  de cada uno de los dos actores  políticos, en el marco de los factores preponderantes: el primero  es el humor social o la percepción ciudadana, hacia los  problemas que mayormente los agobian, y  en que proporción reparten  las culpas de situaciones como la economía, la pandemia, la inseguridad y el desempleo. 

  Por ahora, de acuerdo a lo que se observa en las encuestas nacionales,  llevadas a cabo por empresas  de reconocido prestigio, el ejecutivo estatal, está resultando desgastado  en su enfrentamiento con el Presidente. Si bien es cierto que todavía firmas como Mitofsky  mantienen a CV  a la mitad  de la tabla, y sin bajar  de los 40 puntos porcentuales, de aceptación, también es verdad que, existe  una tendencia a la baja. De 45.9 en el mes anterior, a 43.6 en el mes actual. En términos de desacuerdo social, hablamos de miles de personas. 

Pero la anterior es la mejor cara, del asunto, porque  la empresa México Elige, acaba de publicar sus evaluaciones  sobre el Presidente  y los gobernadores, y los resultados, son de preocuparse para el panismo-cabecismo  en la entidad. 

 Primero, en lo que se refiere a la calificación y nivel de aprobación de la gestión  de AMLO en nuestra entidad, empatado con Sonora y a solo una milésima porcentual  de Veracruz, Tamaulipas se encuentra ranqueado  nada menos que  entre los diez estados que le conceden, un más alto nivel de aprobación al Presidente  López  Obrador.  

O  sea, existe en tierra  tamaulipeca, y creo que entre las principales  ciudades del norte, centro y sur, una opinión  ciudadana, muy favorable al Presidente. Traducido a datos duros y contundentes,  Andrés Manuel trae  un rango de 65 .8 de respaldo social, lo cual  si se midiese en  términos de apoyo electoral, es bastante alto.   

  ¿Cuál es la lectura de todo esto? En primer lugar que, toda la serie de acciones trazadas por el panismo tamaulipeco, encaminadas a desprestigiar  y debilitar  al Presidente, ante la población tamaulipeca, han tenido un efecto boomerang, es decir se han revertido en contra de sus autores. 

 Estamos hablando de una sumatoria, donde caben igual bloqueos carreteros, espectaculares contra AMLO, declaraciones, exigencias de renuncia contra López  Gatell, y todo lo que se le pueda agregar, al menos en el lenguaje de las encuestas, han resultado contraproducentes.   

 Dejamos  para el final, un dato preocupante, relacionado con la medición de la empresa México Elige, en torno al trabajo de los gobernadores. Tamaulipas se encuentra entre los cinco últimos lugares. El lector puede sacar  sus propias conclusiones. Algunos pueden decir que están cuchareadas, o lo que usted guste y mande, pero esa es la fotografía que están dando a conocer. 

 Obviamente, se trata solamente de sondeos, lo cual no tiene nada que ver con  el intenso trabajo de territorio que trae el cabecismo en las principales urbes tamaulipecas. Nuestros respetos, porque  traen la estructura del voto panista, bien afinado. Y en contraste, Morena no tiene esa estructura, y sí  sigue padeciendo  de sus crudas pugnas internas. 

 Llegados a este punto, se impone enumerar, las debilidades y las fortalezas de cada uno de los contendientes: el gobierno cabecista, se dice que está padeciendo  por falta de presupuesto. Al menos aquí en la capital han empezado a llover reclamos  de los proveedores, a tal grado que la CANACO local, acaba  de hacer declaraciones  tronantes. 

 Morena , por su parte, sigue apostándole a la popularidad del Presidente, la figura central del morenismo, que, como ocurrió  en el 2018, se pretende que jale buena parte de los votos. Aunque, de manera  adicional, los morenistas están obligados a postular  candidatos con mucha aceptación y respaldo ciudadano. Las debilidades  de Morena, son sus pugnas internas, y la carencia de un liderazgo unificador, lo cual provoca que se caiga en una batalla campal de tribus, al viejo estilo  perredista.  

 Bajo todo este cúmulo de factores, que conforman el contexto del diferendo AMLO-Cabeza, cree usted que habrá negociación?  O empeorará el asunto? Esperemos  que se imponga la cordura.