Cabeza se acabó el dinero, menos para los negocios sospechosistas.

19 agosto, 2020

El gobierno de Tamaulipas no tiene dinero para pagar a profesores y a muchos proveedores de bienes y servicios, que tienen más de seis meses tocando la puerta de la tesorera estatal, sin obtener respuestas positivas.

Editores de medios impresos y en redes sociales, concesionarios de radio y televisión y otros prestadores de servicios de comunicación social y relaciones públicas, siguen teniendo problemas económicos.

Francisco García Juárez, director de prensa en el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, perdió toda credibilidad pues los plazos que él mismo se impone para pagar las facturas, se vencen uno tras otros, sin concretar nada.

Profesores publicaron una Carta Abierta dirigida al Secretario de Educación Mario Gómez Monroy, exigiendo el pago inmediato correspondientes a interinatos, bonos, pago por cobertura, retenidos desde hace cuatro meses.

La Sub-secretaria de educación primaria, Magdalena Moreno Ortiz (detenida en la navidad de 2019, y llevada ebria a la cárcel municipal) informó que los adeudos por un monto global superior a los tres millones de pesos, se pagarán esta quincena.

El secretario general de la Sección 30 del SNTE, profesor Rigoberto Guevara Vázquez, se vio obligado a escribirle a Gómez Monroy, en términos enérgicos y perentorios, exigiéndole cumplir de inmediato el compromiso con los docentes.

El pobre de Mario, destituido en la CORETT por corrupto, canta la vieja canción que dice: “debo no niego, pago no tengo”, y los profesores deben seguir esperando que se produzca el milagro de que Cabeza ponga billetes en sus manos.

En este contexto de quiebra absoluta de las finanzas públicas, el periódico El Mercurio de Tamaulipas, bajo la dirección del licenciado Antonio Villarreal Saldívar, publicó en su edición del lunes 17 de agosto la nota principal de portada, con este título: “Derroche millonario en el cobro de impuestos”.

La nota informa de un gasto de casi 300 millones de pesos, hecho por el gobierno del Estado, a una empresa de Reynosa, por servicios de fiscalización y recaudación de impuestos.

Llaman de inmediato dos detalles de este asunto. Cabeza de Vaca comprará servicios a particulares, para que hagan el trabajo que corresponde hacer a la Secretaría de Finanzas, pero además, la empresa favorecida es de ¡Reynosa!, su ciudad natal.

De hecho, “Veritas Fiscalis, S. C.”, tiene su sede en Monterrey y una delegación tamaulipeca, en Tampico.

Esta empresa hará las funciones que competen a la Secretaría de Finanzas, en los rubros de fiscalización y recaudación, de acuerdo a los términos plasmados en el contrato firmado entre funcionarios gubernamentales y representantes de la empresa.

El extraño contrato tiene fecha de octubre de 2019, por un monto global de 289 millones 957 mil 885 pesos, pagados del presupuesto oficial de ese mismo año, con vigencia de los años 2020 y 2021.

El concepto oficial de la compra de servicios, es, fiscalización y recaudación fiscal, en términos integrales. Significa que la empresa particular intervendrá las dependencias relativas a estas actividades, de la Secretaría de Finanzas.

Estamos los ciudadanos frente a un verdadero disparate, absurdo, increíble, un atropello a la ley, porque el gobierno estatal tiene a su propio personal, capacitado y con larga experiencia, para hacer ese trabajo.

Hicimos una revisión en archivos para descubrir un antecedente de una medida como ésta, pero lo más cercano que hallamos fue esta historia.

Durante el gobierno de Martínez Manautou, fue electo como presidente municipal de Nuevo Laredo un abogado llamado Jesús Cárdenas Duarte. Las amigas de su esposa le preguntaban divertidas, que si era cierto que su marido era aficionado a las bebidas alcohólicas.

Ella respondía con toda franqueza, porque además era cierto y todo el mundo lo sabía, que Cárdenas Duarte no era aficionado a las bebidas espirituosas, sino que ¡era un profesional!

Puso como tesorero municipal a un muchacho pusilánime, ex director de la Facultad de Comercio, que no pudo con el paquete porque sólo estaba de adorno, y los amigos del cacique Pedro Pérez Ibarra, hacían de las suyas con impunidad.

Las quejas por los casos de corrupción en esa dependencia cansaron en Ciudad Victoria al médico Martínez Manautou debido a que no atendieron sus instrucciones de corregirla, y tomó la drástica, insólita y atípica decisión de intervenir la tesorería municipal.

Esto consistió en enviar desde Ciudad Victoria a personal de la Secretaría de Finanzas, a manejar por su cuenta la tesorería municipal de Nuevo Laredo, sin destituir a los funcionarios municipales del ramo.

Ahora se repite esta historia en el gobierno estatal de Cabeza de Vaca, aunque no se reconoce que los cambios se produzcan porque hayan descubierto desvíos de dinero u otras irregularidades que se le parezcan.

El Gobernador panista no ha informado públicamente de este contrato ni de los motivos que lo llevaron a hacer a un lado a toda el área de fiscalización y recaudación, de la Secretaría de Finanzas, para ser reemplazado por particulares, foráneos además, que son ignorantes del funcionamiento interno de la dependencia.

Ayer mismo, El Mercurio de Tamaulipas volvió a usar su principal espacio de la portada, pero ahora para dar cabida a las expresiones de los empresarios, de repudio a este despilfarro que hace Cabeza de Vaca.

El presidente de la COPARMEX victorense, Mario Flores Pedraza, hizo un enérgico pronunciamiento contra el gobierno estatal, panista, por este fabuloso dispendio, y exigió que los casi 300 millones de pesos, los utilicen en pagar sus deudas de casi un año de vigencia.

Agregó que es totalmente inútil el empleo de una empresa particular para que se encargue de fiscalización y recaudación, debido a que existe una Sub-secretaría de ingresos, que cubre esas funciones.

Dijo que se volvió una mala costumbre de Cabeza de Vaca, de comprar bienes y contratar servicios, y no pagarlos oportunamente.

No hay dinero en la tesorería, pero el Gobernador entrega casi 300 millones de pesos a una empresa de Reynosa, para hacer un trabajo que no se necesita.

Los mal pensados hacen sus elucubraciones. No hay nada mejor que hacer, en el confinamiento social.

(Agencia de Servicios Informativos).