Tamaulipas también tiene 2 Fideicomisos sospechosistas

22 octubre, 2020

Cuando leemos la información relativa a las transferencias de miles de millones de pesos del erario federal, a empresas particulares que no los merecían, saltan a la mente preguntas inquietantes: ¿cómo fue que nadie impidió el atraco? ¿dónde estaban los contralores, los comisarios, los diputados, los senadores, los auditores?

Ahora que los 109 fideicomisos gubernamentales están extintos por decisión presidencial, avalada por el Congreso de la Unión, aflora la podredumbre que siempre acompañó el manejo de estos organismos.

Tan solo en el sexenio de Enrique Peña Nieto, los fideicomisos entregaron 41 mil millones de pesos en apoyos fiscales, vía Conacyt, a empresas privadas, algunas extranjeras, bajo supuestos fines científicos y de investigación.

En presencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la directora general de Conacyt María Elena Alvarez-Buylla presentó en la conferencia mañanera, un informe del saqueo de dinero perpetrado a través de los fideicomisos.

La extinción de estos organismos fue producto de descubrimientos hechos por la auditoría superior de la federación, del Congreso de la Unión, de mecanismos sofisticados que se empleaban para transferir fondos públicos a las empresas.

Firmas trasnacionales como IBM, Bayer, Volkswagen y otras, aparecen junto con empresas mexicanas, como beneficiarias de este mecanismo que chupaba los recursos de algunos fideicomisos.

El anterior director de Conacyt, Enrique Cabrero, también hincó el diente en el presupuesto gubernamental, usando una empresa, Consorcio Centromet, de Querétaro, que puso a nombre de su esposa Ana Díaz Aldrete.

El Consorcio recibió el beneficio de una asignación de 392 millones 581 mil pesos, pero el dinero se dilapidó en viajes al extranjero, mala administración, contratación de 17 catedráticos jóvenes que no tenían donde trabajar, pues no se construyó el edificio autorizado.

Por eso fue que los fideicomisos desaparecieron, porque eran pantalla para encubrir actos de corrupción, donde también eran numerosos los casos de “aviadores”, personas que recibían becas pero sin desquitarlas, con estudios, investigaciones o trabajo.

La Secretaría de Hacienda recibirá la transferencia de 68 mil 400 millones de pesos de los fideicomisos liquidados, que se utilizarán para los mismos fines pero mediante otro mecanismo que no esté viciado.

En este punto, el Presidente López Obrador insiste en que desaparecen los fideicomisos, pero no las causas que protege, alienta, apoya, subsidia. Se trata simplemente de limpiar la casa, para que el dinero llegue a donde tiene que llegar.

Sobre el particular, Andrés Manuel extendió una pública felicitación a la cámara alta del Congreso de la Unión, por su acuerdo que aprueba la desaparición de Fondos y Fideicomisos, FyF.

Lo que sigue, dijo en la conferencia mañanera, es abrir investigaciones a cargo de expertos contables, para que se sustenten las denuncias penales que serán presentadas contra los funcionarios que hicieron mal manejo de esos recursos.

Revisamos la lista de esos FyF y descubrimos que cuando menos uno tiene relación directa con Tamaulipas.

Se trata del Fideicomiso mixto Conacyt-Tamaulipas, por 283 millones cinco mil 454 pesos.

«He ordenado al consejero jurídico que se inicien ya trámites para llevar a cabo una auditoría amplia a todos los fondos y fideicomisos, auditoría financiera, administrativa, técnica y que frente a evidencias de corrupción, de mal manejo, se presenten denuncias penales en la Fiscalía General de la República», anunció AMLO.

Sobre el mismo tema, López Obrador reveló que hay muchas resistencias por parte de ciertos empresarios y hasta de investigadores, deportistas, que no quieren que se les acabe esta minita de oro.

Agregó que los que defienden a los fideicomisos están defendiendo la corrupción, en obvia referencia a la bancada parlamentaria del PAN, que se rasga las vestiduras a nombre de los presuntos afectados.

“Los grupos de investigadores, artistas y asociaciones civiles, seguirán recibiendo los apoyos oficiales, para que cumplan sus funciones, a condición de que transparenten e informen oportunamente, del manejo de los recursos”, dijo.

En vez de que a los legisladores que defendían estos fideicomisos les diera vergüenza, se lanzaron con todo defendiendo estos fideicomisos y mostrando el cobre. A veces es necesaria la claridad, no las medias tintas, no la indefinición. La defensa de esos fideicomisos y fondos era la defensa de la corrupción, así de claro», sentenció López Obrador. Así lo publicó Excélsior.

Es importante hacer destacar, que nuestro paisano Rodolfo González Valderrama, director general de Radio, Televisión y Cinematografía, de la Secretaría de Gobernación, fue comisionado por AMLO para investigar un paquete de FyF.

Ayer, en la conferencia mañanera, González Valderrama rindió una amplia información de los resultados de su investigación, que pone al descubierto que fondos públicos acababan hasta en manos de organizaciones extranjeras.

También quedó acreditado, que Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial del PAN, recibió más de mil quinientos millones de pesos de fondos públicos, a nombre de instituciones que daban supuesto apoyo a migrantes.

Toda la documentación resultante de la investigación de los fondos de los fideicomisos, no incluye informes del destino final de miles de millones de pesos, es decir, impera la opacidad y la sospecha de manejos irregulares.

El Senado aprobó la extinción de los fideicomisos, pero no se ha publicado todavía el nuevo mecanismo que se usará para transferir apoyos, subsidios, becas, a empresas, atletas de alta rendimiento, estudiantes, investigadores.

La estrategia aplicada en esta materia por el Presidente, es la entrega directa del dinero a los beneficiados, pero los observadores estiman que es necesario aplicar reglas de operación que obliguen a su uso correcto.

Dar manga ancha a la distribución de los apoyos, puede redundar en que salga más caro el caldo que las albóndigas, por eso recomiendan prudencia en la creación del nuevo mecanismo de distribución del dinero, que sustituya a los fideicomisos.

Estamos hablando de fideicomisos gubernamentales federales, porque tenemos en Tamaulipas otros que son de carácter local, también de mucha opacidad y sospechas de malos manejos.

Uno de ellos es el fideicomiso que administra la recaudación de dinero por las cuotas de peaje en el puente internacional número III de Nuevo Laredo.

El otro es el fideicomiso estatal que maneja el dinero del impuesto sobre hospedaje, que sirve presuntamente para financiar la promoción turística de Tamaulipas.

Ninguno de los dos tiene rendición de cuentas ni transparencia.