Alianza PRI-PAN: ¿el prianato se juega su última carta?

5 noviembre, 2020

Ya todo el mundo sabía que ambos se amaban con ansias locas en lo oscurito.  Sus pasiones inconfesables eran un secreto a voces, muy al estilo de los amores prohibidos de Madame Bobary, o de la obsesiva y ardiente Desideria  Oliván, en La Pasión Turca. 

Por eso, hoy que el PAN del “Cachorro” Cantú y el PRI de Edgar Melhem acaban de anunciar lo que en el protocolo de los matrimonios se conoce como la entrega del anillo de compromiso, y la oficialización del acontecimiento nupcial, se ve como la crónica de una boda política muy cantada. 

 Ya dejando a un lado el símil literario y entrando al análisis, me parece un verdadero despropósito, la alianza político-electoral que pretenden llevar a cabo las dirigencias de los azules y los tricolores. Como aliado de Acción Nacional en Tamaulipas, el PRI de Melhem le serviría más al cabecismo si se lanza por su cuenta, pero unidos, estarían contaminándose mutuamente. 

 De hecho,  una lianza PAN-PRI en nuestro estado convalidaría el discurso que siempre ha manejado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, o sea laque se refiere a la célebre Mafia del Poder, o también conocidos como el PRIANATO, mismos que han sido blanco de escándalos de corrupción, y exhibidos como un sistema de complicidades, por parte del gobierno de la 4T. 

 Por otra parte, habría que preguntarnos que fue lo que hizo cambiar de opinión al PAN gobierno en nuestro estado, pues todavía en marzo de este año, el dirigente estatal del blanquiazul Luis René, “El Cachorro” Cantú Galván, aseguraba que su partido no necesitaba ir en alianza con nadie. Y como antecedente, el “Cachorro”, recordaba que en el 2019, el PAN no había necesitado de alianzas para arrasar. 

Pero entonces…¿ el alto mando panista en Tamaulipas, ya se dio cuenta que, la elección del 2021, no se parecerá en nada a la del 2019..? 

 Porque el hecho de que ya desde ahora estén anunciando que van a necesitar del PRI, para enfrentarse a MORENA, habla de que, ya le han medido el agua a los camotes. Y de que ya se dieron cuenta que con su sola estructura y el voto duro , no les alcanzará para vencer a los obradoristas en las urnas del año próximo. Y es que, para el PAN cabecista, perder el 2021, equivaldría a ponerlos al borde de ser echados del poder, en el 2022, cuando se dispute la gubernatura. 

 La alianza entre el PAN y el PRI, por cierto ya convalidada a nivel nacional por Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, en Tamaulipas suena a rotunda incongruencia. 

Me refiero a que, en el 2016, cuando los panistas-cabecistas arribaron al palacio de gobierno, lo hicieron por la vía de un discurso anti priista. Para ellos, en ese entonces el PRI era de lo peor, y ellos se auto definían como los salvadores de la pequeña patria tamaulipeca. 

 Hoy, despues de cuatro años, el PAN no le ha cumplido sus promesas de campaña a los ciudadanos, mismos que, ahora sienten que están todavía peor. ¿Y a quien pretenden recurrir los del PAN para salvar su proyecto político?, pues nada menos que a los priistas, a quienes en su tiempo, satanizaron , considerándolos como la viva imagen de la decadencia y la corrupción. 

 De 2016 a la fecha , no ha transcurrido mucho tiempo. Pero se observa que la oferta electoral panista ha envejecido ante los electores, mimos que le reclaman al cabecismo  el incumplimiento del cambio que se les prometió. 

  Ante este tipo de estrategias aliancistas del PAN con el PRI, lo que se está provocando es que, los ciudadanos identifiquen a ambos partidos como una sola expresión de corrupción y de complicidad. 

 Y es que la alianza PAN-PRI  es solo a nivel de las cúpulas, sobre las cuales recae la tarea de asumir la alianza, pero en las llanuras ciudadanas, este pacto de las elites panistas y priistas, seguramente no será acatado. 

 Toda una apuesta, con riesgo de perder el poder que hasta ahora mantienen en una alianza de facto. 

 EL PRIANATO se juega su última carta, en su lucha por retener el poder en Tamaulipas. 

¿Lo lograrán?