LOS CORTESANOS DEL PALACIO ENROSCADO

7 enero, 2021

Por Fernando Acuña Piñeiro / 07 de enero de 2021.

Enroscado en la serpiente del tiempo que se muerde la cola, la fortaleza cuadrada de arquitectura militar, construida en los tiempos de Raúl Garate,  parece reflejar los trazos infranqueables de un alma geométrica e insensible.

Por eso llamó la atención que en estos días de enero, los cortesanos de la imagen, acudieron al patio del alcázar, para recibir un trato inusual, y recoger de la canasta azul, algunas migajas de pan, amasado previamente en el horno de la coyuntura político-electoral.

De acuerdo a las imágenes, pese a los esfuerzos que se hicieron por enviar señales  de calidez, el encuentro de la rosca de reyes, solo reflejó el espíritu artificial y frío, de un sexenio, caracterizado por su abandono, y su desprecio por la inteligencia mediática.

Son más alegres y auténticas las explosiones emplumadas de los pichones, en la plaza juarista, cuando se les arrojan los restos de algún alimento, conseguido en las vitrinas del ambulantaje.

En estas convivencias entre las familias y las palomas, se pueden ver las risas de los niños, y sus primeros pasos, persiguiendo la poesía de las parvadas urbanas. Pero en el soliloquio de la harina circular, en el vientre de Palacio, el rostro del poder, solo dejó impreso, un gesto de altivez y de lejanía.   

Resulta interesante preguntarnos, cuales son los resortes que mueven a simular ciertos cambios de actitud, ante los medios de comunicación.

Y nos referimos a los beneficiarios del convenio económico con los vientos, a los cuales siempre se les ha tratado con marcada displicencia, viéndolos como a siervos de la Edad Media, o como a esclavos distantes, sin derecho a audiencia, casi casi, parecidos a los peones de las plantas henequeneras, en los escenarios esclavistas del Porfiriato. Facturas flacas  y mucho látigo.

La respuesta a la anterior pregunta, no requiere de mucho esfuerzo analítico, y se reduce a la cercanía de los comicios 2021, donde el PAN-gobierno va a requerir del auxilio de los medios locales, a los cuales necesariamente van a voltear a ver, luego de que, la 4T les está haciendo la guerra desde el centro del país, vía columnistas nacionales , y portales.

Hasta ahora, la administración cabecista, se había dedicado a cortejar a las elites de la pantalla corporativa en México. Al mismo tiempo, le dieron la espalda a las llanuras reporteriles de su tierra.

Lo más triste del asunto es que, el grueso de la tropa periodística en Tamaulipas, anda muy molesta, porque todos estos años, han recibido un trato humillante. Y los tienen más abandonados que una aldea de Biafra. Todo ello, ha provocado que los compañeros del gremio, vayan por ahí echando pestes de una vocería oficial, calificada como inoperante y soberbia. 

Peor aún, muchos de ellos se preguntan, a donde han ido a parar cientos de millones de pesos, presuntamente invertidos en publicidad, pero que hasta ahora, no se han reflejado en el mejoramiento de la imagen pública, que guarda el actual sexenio azul.

Y es que, los actuales operadores de la relación medios-gobierno en Tamaulipas, están cayendo en los mismos o en peores vicios, que ellos tanto señalaban, a su llegada al poder en el 2016.

Lo primero que hicieron fue embestir contra aquellos columnistas y reporteros, estigmatizados de servir al anciano régimen priista. Hoy, ya con las alforjas llenas, poco les importa el tema del aplazado cambio social, que jamás llegó. Y lo que les preocupa, es mantenerse en el poder político, para que los que llegan, no les vayan a aplicar el mismo procedimiento. Esa es realmente la cuestión que por estos días enroscados de enero, respira en el fondo de los aros de pan, arrojados a la muchedumbre mediática de palacio. 

No sabemos todavía, lo que vaya a ocurrir, en las jornadas de las urnas tamaulipecas. El futuro de la lucha por el poder, sigue siendo impredecible. Lo único cierto, es que el pueblo tamaulipeco, fue engañado en sus expectativas de mejoría económica y social. Habrá que ver, si llegado el momento del voto, dicha herramienta democrática, se expresa a manera de castigo, contra un panismo , al cual ya se le agotó el tiempo. Y ahora pretende recomponer las cosas, y fabricándose una imagen al vapor, que no corresponde a su comportamiento, durante cuatro años de ejercicio en el mando público.