AMLO y Cabeza, buscan salvar su propio congreso

20 enero, 2021

Por Fernando Acuña Piñeiro / 20 de enero de 2021.

Mientras que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la mira puesta en mantener la mayoría de la Cámara de diputados del Congreso de la Unión, instrumento clave en el control del dinero público, aquí en Tamaulipas, la estrategia cabecista, es diferente: el gobernador panista busca que los morenistas no le ganen el Congreso local, pues de ser superado electoralmente hablando, prácticamente le estarían arruinando su salida sexenal.

 Pero además, la importancia de la LXV legislatura tamaulipeca, será de carácter crucial, para efectos de meter presión en las cuentas públicas de los alcaldes que estará vigentes, en el 2022, año en el que se decidirá la gubernatura. Bajo estas condiciones, la lucha por el Congreso local, adquiere una relevancia de primer orden. Habrá que ver, si el partido de Mario Delgado Carrillo, la tiene en esta misma consideración. Porque de no ser así, ya empezaron mal.

 De cara a lo que se avecina, Cabeza requiere un legislativo incondicional, tal y como ha sucedido hasta ahora. Un parlamentarismo que lo despida con alfombras desplegadas y por la puerta grande, en el 2022.

Se trata de un objetivo prioritario, cuya relevancia supera el tema de las alcaldías y de las diputaciones federales. Y es que, a estas alturas, un descalabro en el control de la máxima tribuna de elección popular, expondría al titular del Ejecutivo estatal, a que le amargaran la despedida de su administración tamaulipeca.

 Las campañas de los candidatos panistas a la diputación local, van a depender de los siguientes factores: el primero, se refiere a los posibles casos de reelección, y en los cuales la ciudadanía podrá premiar o castigar, según haya sido el trabajo desempeñado.

 Aquí en ciudad Victoria, el triste papel que hasta ahora ha jugado el diputado Arturo Soto, podría generarle una derrota para su partido. A ello agréguele que el voto de la región centro en nuestro estado, se perfila con una fuerte tendencia anti PAN.

Actualmente, la mayoría panista en la LXIV legislatura local, tiene una fracción mayoritaria de veintidós diputados  de filiación blanquiazul. Veintiuno de ellos son de mayoría. De este grupo mayoritario, tres ya se reeligieron, por lo que se descartan para un tercer periodo: Noemi Estrella, Juana Sánchez Jiménez y la llamada “Quinita”, Joaquín Hernández Correa. 

Ahora el suspenso se ubica en lo que va a suceder con los diecinueve legisladores azules restantes. ¿Cuántos de ellos serán enviados a la reelección? 

 La mayor parte de estos diecinueve diputados panistas, jugaron un papel muy gris, pues fueron arrasados por el protagonismo centralista de su propio partido, y de un sexenio que, no se preocupó mucho por abrir los reflectores de una manera horizontal.

Hoy la mayor parte de ellos, no se observan aptos para enfrentar a MORENA, en una reelección. En todo caso, de ser enviados por un segundo periodo, quedarían a expensas de que los alcaldes panistas, operen con su estructura, para sacarlos adelante. En municipios como Reynosa, Tampico y Nuevo Laredo, esto es lo que se avizora.

Las dudas sobre los próximos movimientos en el tablero de la actual legislatura panista, pasan también por la seria posibilidad de que, el alto mando cabecista decida enviar por las diputaciones locales a algunas figuras del priismo estatal, tal y como está sucediendo con la candidatura a la alcaldía de Nuevo Laredo, o bien la candidatura a una diputación federal por el V Distrito, con sede en esta capital.

 Suceda lo que suceda, lo cierto es que, quien logre apoderarse electoralmente del Congreso local este año, habrá obtenido un muy alto porcentaje de posibilidades, para ganar la gubernatura en el 2022. Contra lo que puedan afirmar los futurólogos políticos, esto que les adelanto, ya desde ahora, es un hecho. 

ZAFRA INFORMATIVA, ZAFRA INFORMATVA

 El cabecismo en Tamaulipas sigue torciendo brazos, pues adicionalmente al tema de Oscar Almaraz, ahora lograron por la misma vía, “convencer” a la maestra Magdalena Peraza de que se sume a la causa del panismo sureño. Y viéndola bien, no se puede culpar al PAN, sino a las crecientes debilidades de liderazgos como el de la señora Peraza, a la cual, se dice, le están perdonando una demanda por acoso sexual y otra por peculado de 80 millones de pesos. A nivel cupular, la Secretaría general de Gobierno del cabecismo, está haciendo puntualmente su tarea: jalar apoyos por las buenas o por las malas.

En la segunda esquina, le entienden muy bien al arte de enseñar la mazorca y el garrote. Aquí el problema o mejor dicho la duda, reside en la respuesta del electorado. Si la gente sale a votar en masa, este próximo seis de junio en Tamaulipas, la estrategia panista podría fracasar, y favorecer a MORENA.

Aunque se ve difícil para el partido obradorista, sobre todo porque, según se observa, el morenismo no trae operación política, mientras que el panismo le saca varios kilómetros de ventaja en lo que se refiere a la habilidad para ganar una elección.

La otra señal que se observa es que, mientras que al PAN cabecista le salió lo dadivoso, en lo que concierne a las negociaciones políticas, los de MORENA no están dispuestos a soltar nada a cambio de… Esta característica los podría perjudicar, porque les están enviando pésimas señales a los operadores políticos que saben mucho del tema. Pero que al ver, que los morenistas se cierran, pues buscan otras opciones.