Acoso callejero, más allá de la pandemia

29 enero, 2021
Acoso callejero, más allá de la pandemia

Ramón Mendoza S

Reportero

El estudio de la violencia y de la reincidencia de los agresores sexuales constituye en la actualidad un ámbito de especial interés de la Psicología Criminal y en Victoria este fenómeno ha ido a  la alza.

La Regidora del Cabildo de Victoria con la Comisión de Equidad de Género, Marisela Guajardo Maldonado indicó que los programas diseñados y las instituciones para cuidar la integridad de las mujeres están bien, sin embargo hace falta organización.

Lo anterior lo señaló luego de los constantes casos que se dan en las calles de acoso sexual a lo que apuntó deben de organizarse las autoridades e instituciones para proteger a las mujeres.

«Lo que está fallando es la falta de organización, la atención que se debe de dar en este tipo de casos, yo creo que los agentes tienes que hacer lo propio, la presidencia municipal tiene que hacer lo propio, ya mucho guiri-guiri y pocos hechos yo creo que los hechos se tienen que ver en que nosotros como Ayuntamiento demos respuesta a todo lo que está sucediendo en la ciudad y hagamos frente», expresó.

Guajardo Maldonado hizo un llamado a la población para que sean respetuosos y a las mujeres dijo que en ella y la comisión de equidad de género tienen una aliada para defender sus derechos.

Asimismo agregó que el acoso a las mujeres debe de terminar, por lo tanto expuso que se deben de fortalecer las instituciones para que tengan la seguridad de ser atendidas, procuradas y protegidas.

Estos comportamientos, apunta un Plan Internacional sobre el tema ya que no es privativo de Victoria y Tamaulipas en su conjunto,  restringen el derecho de las mujeres a disfrutar del espacio público y moverse con libertad. 

«Los hombres y chicos que cometen acoso ponen su necesidad de aceptación social en el grupo por delante de la necesidad de las chicas y mujeres de sentirse seguras en las calles», señala. 

Para los hombres que ejercen estos comportamientos, subrayan, se trata incluso de una manera de entretenerse y divertirse, «y suprimen la empatía hacia las víctimas para centrarse en reforzar el vínculo con el grupo y medirse con sus pares».