Morena: marca ganadora; liderazgos enfrentados

16 febrero, 2021

Mientras que sale del horno morenista, el paquete de candidaturas a alcaldes y diputados locales, así como la reelección de los diputados federales sumados a algunos nombres nuevos, es impostergable el análisis de lo que actualmente ocurre con este partido, en Tamaulipas. Y una de las primeras percepciones, es en el sentido de que existen varios golpes  de realidad, que de no ser superados, pueden derivar en una lamentable desventaja para el obradorismo.   

A las cosas por su nombre: MORENA,  como marca política supera al prianismo en nuestro estado. Pero este activo político, choca con las inercias internas  de  Regeneración Nacional, y  ante todo con el caudillaje aldeano de los liderazgos tamaulipecos que hasta ahora no han podido superar sus diferencias, y sus prisas por arribar al 2022, posicionados como favoritos para  adueñarse de la candidatura a gobernador. 

 Otro dato duro que podría jugar  en contra de las expectativas MORENAS,  es aquel que nos  alerta sobre la carencia de un liderazgo unificador, capaz  de conciliar y de sumar a las diversas corrientes del partido color ladrillo, en el estado. 

 Al mismo tiempo, se corre el riesgo de reeditar el síndrome Polevnsky  del 2019, cuando  el pleito interno entre los puros y los externos, dio al traste con una selección interna de candidaturas patito, sin capacidad de triunfo. El resultado fue que el PAN los barrió en los comicios por el Congreso local. 

  Existe  una tercera amenaza,  que se relaciona con la operación que viene haciendo el PAN-gobierno, cooptando a figuras importantes  del morenismo, y  tratando de incidir  en la selección de las candidaturas, que ya casi llega a su fase definitoria. 

 Este y otros nudos gordianos del morenismo en Tamaulipas acechan, los tiempos  por venir, y ya desde ahora reclaman la presencia de estrategas nacionales leales a la camiseta presidencial. Y dispuestos a poner en juego toda su experiencia para lograr dos objetivos fundamentales: la unidad  del partido, por encima de egos y de peleas domésticas, y finalmente la construcción de  un partido de candidaturas fuertes, por encima de amistades y de favoritismos.  

  Pero…¿Quién será  capaz  de  llevar a cabo una tarea titánica, parecida a  la Misión Imposible  de Tom Cruise…?  De entrada, se ve difícil, dado el corto tiempo para  trabajar  y conseguir dichos logros. Aquí, el tema clave, parecen ser las candidaturas de las alcaldías  de las principales ciudades en Tamaulipas, mismas que, si son las más acertadas, podrían jalar  el triunfo de los  candidatos a diputados locales. 

 Una de ellas, tal vez la de mayor peso electoral, es Reynosa, donde  por cierto  el Delegado  del CEN  de MORENA, Ernesto  Palacios Cordero, gente cercana al binomio Mario Delgado- Ricardo Monreal, se acaba de dar una caladita, en la reciente reunión con los principales aspirantes a la alcaldía reynosense. 

   El  tema Reynosa,  es un municipio clave para saber  de que está hecho el Delegado Palacios  Cordero, en lo que se refiere a saber elegir una ruta  ganadora, sin que se le desmorone el partido, y se provoque un  deslave de militantes  y simpatizantes.  

 Porque, si  desde el CEN moreno  se da la orden de que, el hijo de la alcaldesa Maki Ortiz  sea el candidato de la dinastía  municipal para repetir la marca familiar en el cabildo, no sabemos  que tipo de consecuencias habría. Porque, hay que decirlo con todas las letras:  hay candidatos morenistas que  ya le han invertido bastantito, como para permitir que los dejen tirados en el camino. 

  Y es que hay grupos del morenismo  en nuestro estado, que ya traen sus propios esquemas, sus compromisos y sus planes, donde contemplan ganar  el 2021 y amarrar el 2022. La democracia del partido liderado por Mario Delgado, en su versión tamaulipeca tiene todo para ganar, lo difícil será conciliar  los intereses de esos grupos, que hoy,  se niegan a ceder un milímetro de terreno. 

 En este punto, volvemos al tema que le da el título a esta colaboración: ¿será posible conciliar  las contradicciones de un escenario, donde la marca MORENA aparece como ganadora indiscutible en las encuestas, pero en el juego de las fuerzas internas, el performance del morenismo se ve amenazado por una dinámica de luchas domésticas, empeñadas en pulverizar  la visible ventaja que hasta ahora le sacan al pan cabecista?