Especulación y carestía afecta a obreros: CROC

9 agosto, 2021
Especulación y carestía afecta a obreros: CROC

Ramón Mendoza S

Reportero

Los precios de la canasta básica continúan a la alza rebasando y a pesar del aumento histórico que el gobierno federal autorizo al salario mínimo miles de obreros en Tamaulipas siguen enfrentando una seria carestía.

En esta capital no son la excepción, por lo que es necesario implementar acciones que ayuden al trabajador a no quedarse sin empleo y aumenten sus horas laborales para tener mejores ingresos.

Lorenzo Balderas Castillo dirigente de la Unión de Trabajadores de la rama de la construcción adheridos a la Confederación Revolucionaria Obreros y Campesinos de Tamaulipas (CROC), señaló que para enfrentar el constante aumento que sufren los productos básicos como es el caso del aguacate que ya ronda en los 85 pesos kilo, el huevo en 55 pesos  y la tortilla hasta en 23 pesos kilo, se necesita un freno a los especuladores de las materias primas.

Por su parte las familias de los asalariados se ven obligados a reducir de tres a dos sus comidas diarias, toda vez, que ya es insuficiente el salario que ganan.

Dijo que en estos casos los obreros quedan desprotegidos económicamente, al igual que otro tipo de trabajadores eventuales, como los vendedores en plazas y rodantes.

Criticó que no exista un plan de ayuda para esta clase de trabajadores, personas que viven al día y que por su condición de eventuales no tienen ninguna clase de prestación y son los más afectados por el embate de la carestía y del Covid-19.

Hace un año mi “mandado”  costaba entre 350 y 400 pesos.

Al abrirse el mercado subió a 550 y ahora está en 700 pesos, casi el doble de lo que  costaba hace año y medio la misma cantidad de frutas y alimentos. En síntesis, creo que a los productos alimenticios les han subido un 40 por ciento lo cual resulta catastrófico.

Antiguamente, hace como 30 años, existía un control de precios de una canasta básica de alimentación. Estaba controlado el precio del maíz, del trigo, los combustibles y una serie de artículos de primera necesidad. La empresa Conasupo existía y  además de hacer multimillonarios a sus directivos, compraba y distribuía alimentos entre las llamadas clases populares o sea más del 80 por ciento de la población en México. Era la etapa del Estado protector de la sociedad que equilibraba el salario mínimo con el precio de algunos insumos básicos. El litro de leche costaba un peso con cincuenta centavos y estaba controlado el precio del frijol, maíz y latería.

“Hoy la situación es alarmantemente diferente, sobre todo para nosotros los trabajadores” sentencio.