AMLO y su revolución polpotista

28 septiembre, 2021
AMLO y su revolución polpotista


Andrés Manuel López Obrador muestra que instituye un comunismo autoritario, militarizado y precario.


@KlerigaE

Es más sencillo que López Obrador pase por el ojo de una aguja a que de pronto se decida a respetar y hacer respetar la Constitución Mexicana y sus leyes.
Su idea es empobrecer a México y convertirlo en una Venezuela, implantando un polpotismo en el que las mayorías se deshagan de las minorías.
La evidencia lo incrimina: Construye una dictadura militar y gobierna minando a la parte superior de la pirámide económica y cultural confrontando a toda la sociedad.
Es un divide y vencerás; hacer que los pobres, que cada día son más y más pobres, vean en “los de arriba” la razón de su desgracia.
Sin un legislativo mayoritario, López ya habría sido sujeto de juicio político por genocidio, delitos contra la salud y daños patrimoniales.
Delinquir no le importa porque cree que la construcción de su dictadura militar y autoritaria en ruta de un comunismo feroz y lo dejará impune.
AMLO parece haber iniciado lo que en la China de Mao Zedong se conoció como La Revolución Cultural y cuyo resultado fue devastador.
Desde 1966 hasta 1976 el líder Mao, con la excusa de preservar el comunismo, eliminó hasta con el genocidio todo y todos con trazas de capitalismo o imperialismo.
“Antes del gran líder Mao y de la Revolución Comunista” era la frase con la que los chinos vestidos de uniforme, tenían que iniciar cualquier explicación sobre su país.
En esa China maoísta, de hambrunas y bicicletas, se actuó contra empresarios, maestros, científicos y artistas “contaminados” por la cultura occidental o la imperial.
Esta línea maoísta se llevó al extremo en Kampuchea o Camboya por los Jemeres Rojos que iniciaron un genocidios contra lo occidental e impuro.
Pol Pot fue el líder camboyano que impulsó el genocidio contra toda persona que tuviera cultura occidental o que hubiera laborado en gobiernos anteriores.
La Revolución Cultural de Mao llevó al país a hambrunas en las que murieron, según las diversas fuentes, entre 10 y 20 millones de chinos.
El Jemer Rojo de Pol Pot o Saloth Sar, hijo de maestros, asesinó en Camboya tal vez a dos millones de habitantes y sumió al país en un atraso medieval.
Zedong calificaba a los capitalistas como “tigres de papel”, pero el despegue económico chino vino con la economía de mercado, tras la muerte de Mao
El narcotráfico y la Cuarta Transformación se apapachan y nutren mutuamente, y las relaciones con narco dictadores no guardan pudor alguno.
Matar enfermos de cáncer, dejar que el Covid diezmara a la población y aliarse con carteles de la droga para poder obtener gobiernos de Morena, es una realidad.
El polpotismo de López construye una dialéctica despreciada por los deciles superiores, pero adoptada por los inferiores a los que promete el cielo.
Para apoderarse del poder, López diezma la economía del país, divide a la sociedad e inicia enfrentamientos que rompan la paz social.
Transgrede la Constitución al nombrar a las fuerzas armadas como banqueros, como repartidor de juguetes, como contratista de obras
Modifica el marco legal con el apoyo de idiotas útiles que permiten que sector energético sea un monopolio estatal como en Corea del Norte.
La Cuarta Transformación es un gobierno transgresor de la ley, y quebranta la Constitución que omite realizar funciones a la que está obligado.
La militarización de la administración publica es escandalosa, además es ilegal y totalmente ineficiente en términos de generación de riqueza.
“En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”, dice el artículo 129 de la Constitución
Las relaciones de AMLO con los dictadores de Cuba y de Venezuela y su tolerancia a Daniel Ortega, son tan manifiestas como su tolerancia al narco.
El amor especial por las dictaduras de la droga: Bolivia y Venezuela y su preocupación por el destino de los agricultores gomeros, muestra lo que subyace.
Hoy parece claro que las agresiones contra la clase media, y los llamados a comer frijoles y usar zapatos viejos, son más que un dislate.
Lo que se avizora es que las tormentas de lodo pronto serán revueltas que sangrarán y empobrecerán a México, con un ejercito represor de la disidencia.