El Laberinto del Minochairo

24 marzo, 2022
El Laberinto del Minochairo


Un fantasma recorre México, es el fantasma de la intolerancia, la mentira y la ineptitud de un presidente que piensa que gobernar es robarf, propalar mentiras, arreglar estadios de beisbol y mandarle besos a la DO


@KlerigaE

Regreso luego de ser tan groseramente interrumpido por un accidente casi casero…
El “Minochairo” no es un monstruo mitológico sino una ameba gigante y coprófaga, creada por la kakistocracia de Andrés Manuel López Obrador y la corrupción desbordada de sus morenos.
El Minochairo es un “mostro moreno” que se alimenta de los muertos, y que luego de casi tres cuartos de millón de sobremortalidad, por la imbecilidad presidencial, se ha vuelto voraz.
El Minochairo también son paramilitares que transitan con impunidad por los corredores construidos por la ineptitud presidencial, en los estados del Pacífico, Zacatecas, Veracruz y Tamaulipas.
Transitan en tanquetas do it yourself, artilladas con Barret (No Bartlett) Calibre 50, en camionetas Suv pagadas con la evasión fiscal, igual que el helicóptero desde y hasta el St Regis.
El “mostro moreno” o Minochairo, lo devora todo, el empleo bien remunerado, la inversión privada, el crecimiento, la educación, la salud, el clima social y ahora van por la democracia.
El Minochairo que es una ameba coprófaga, impulsa una mascarada, una caja china: la Revocación, para anular la democracia que estorba a los planes de un dictador que busca perpetuarse.
Para ser infectado por una ameba hay que comer caca, y eso hicieron millones de idiotas que dieron un voto de castigo a López en 2018 y peor, no votaron en junio de 2021.
Lo peor es que muchos de esos que votaron por AMLO en 2018, creen que van a componer su error sirviendo de gordo para el caldo de la revocación de mandato.
Fue el mismo Minochairo el que reformó la Constitución para permitir la revocación, el mismo que convocó la consulta para avalar la jornada comicial.
El Minochairo ha gastado miles de millones del presupuesto para publicitar la revocación como una jornada de ratificación y meter esa idea en el inconsciente colectivo.
Coprófagos, también zurraron sobre la Constitución para intentar un acuerdo que permitiera a los funcionarios públicos hacer publicidad a su “revocación”.
La idea es que la gente normalice que se puede violar la Constitución y convocar en 2024 a una Consulta Popular para la ampliación del mandato del Minochairo.
El cabeza del Minochairo es torpe, agrío, resentido, y nada lo hace reaccionar con tanta violencia como que su ineptitud y corrupción se vean exhibidas.
La casa gris del hijo que lleva el nombre del hermano que López asesinó el 8 de junio de 1969, se suma al lavado de dinero de sus hermanos y parientes.
Andrecito Manuel López Beltrán alquila cuatro departamentos en el St Regis, se transporta en helicóptero como el tercer tripón y viven de extorsionar empresarios.
Aún con ese enorme ectoplasma y endoplasma cargado de corrupción, el uso discrecional de dinero, limpio y sucio, y su protección al narco, López cree que se puede reelegir.
Pese a no ser muy inteligente, López sabe que cuando culmine su mandato, de seguir vivo va a ser el primer presidente en la cárcel, pues ya está confeso de varios delitos graves.
Y no se puede decir que no haya intentando normalizar la figura de la ampliación del mandato al estilo bolivariano; lo intentó en Baja California y con el presidente de la Suprema Corte.
Cada una de sus vacuolas digestivas han hecho publicidad de que la inservible jornada de Revocación es una Jornada para ratificar el mandato de López.
Con más frentes abiertos que los últimos cinco presidentes juntos, el Minochairo y todo su ectoplasma, mantienen abierto un frente contra la prensa crítica.
También va a insultar a todo aquel que no se pliegue a sus designios, sea un mexicano simple, notable o una autoridad extranjera, pero la infección del Minochairo avanza.
Y como el mexicano es experto en tropezar todos los días con la misma piedra, miles piensan hacerle el caldo gordo en la revocación. Después que no lloren.