La campaña que inició hoy domingo, es a todas luces, histórica. Por primera vez en el devenir de Tamaulipas, un candidato de Izquierda está en condiciones reales, objetivas, de ser gobernador –la Izquierda portesgilista, puede ubicarse desde el Partido Socialista Fronterizo, como una organización progresista y no tanto de afinidad plena con la siniestra política –; por el otro lado, el PAN, tiene la posibilidad concreta, de continuar en el gobierno estatal lo que daría un lapso de doce años de tutela gubernamental azul, hecho que no se ha visto en la historia del noreste mexicano.
Ambas circunstancias, le imprimen a la contienda, un tinte de dramatismo y profundidad políticas, escasamente visto en la arena política de la región.
El candidato de la coalición MORENA-PV-PT, Américo Villarreal Anaya, con la apertura de campaña en ciudad Victoria, Tamaulipas, –y en una comunidad cuyo nombre es Américo Villarreal Anaya– muestra la intención de recupera girones de la historia tamaulipeca en beneficio de su proyecto.
Nada mal.
La historia no sólo puede ser la maestra de la vida, como lo dijo el sabio.
No.
Puede ser, al mismo tiempo, la orientación didáctica de la política…
…y del político.
A la vez, lleva –a juicio de su retórica– un escudo que le ha protegido toda su vida político-administrativa: Américo Villarreal Guerra.
Es decir: no empieza de la nada en esta confrontación.
El Truco Verástegui, optó por iniciar su campaña en la frontera. Pretende, penetrar la mentalidad del fronterizo, que por muchas décadas estuvo anclada a partidos político conservadores -PRI, PARM, PAN- hasta que llegó AMLO a dar un vuelco en esa visión de cosmovisión sociopolítica del ciudadano tamaulipeco del norte del estado.
El oriundo de Xicoténcatl, va por los votos de los fronterizos. Los necesita; le urgen. Originario de la zona cuya riqueza electoral es precaria, percibe como estratégico al electorado de Nuevo Laredo a Matamoros, pasando por la indispensable por tener el cetro demográfico de la entidad: Reynosa.
Con la fortaleza de ser un hombre hecho por si mismo, avanza en esta disputa por el Ejecutivo estatal tamaulipeco, bajo la premisa con la cual se identifican muchos: ser un producto de la cultura del esfuerzo.
El cándido aspirante de Movimiento Ciudadano (MC), no sabe que no sabe. Anda por el mundo de la política con los ojos vendados. Lo llevan, por los turbulentos escenarios tamaulipecos como a un invidente: de la mano y a soplos en el oído.
En esta jornada memorable, hasta Diez Gutiérrez, aportará lo suyo: la aniquilación de una oportunidad de hacer crecer y prestigiar al partido que lo postula, en una contienda de las más interesantes del presente siglo.
Prepare su credencial de elector: hagamos Historia…
¡Empezamos!
