La campaña que transcurre, es uno de los movimientos político-cívicos, más importantes en la historia de Tamaulipas. Ello radica, en el interés de la ciudadanía en el proceso, la participación de dos bloques electorales –encabezado por MORENA y el capitaneado por el PAN- que se disputan palmo a palmo la victoria y el nivel de competencia entre esos actores.
Ni siquiera aquellas jornadas posrevolucionarias– entre Luis Caballero y César López de Lara- ni mucho menos aquellas jornadas lideradas por los seguidores de Luis H Rendón contra los simpatizantes y el candidato Enrique Cárdenas González, y menos las masivas expresiones de descontento social conducidas por el PARM y su líder Carlos Enrique Cantú Rosas, lograron concitar tanta emoción y suma de tamaulipecos.
Américo Villarreal Anaya -candidato opositor- ha llenado locales, ha abarrotado plazas, y ha reventado todo espacio al cual ha asistido a realizar su trabajo proselitista. El Truco Verástegui, de igual forma: ha adherido a su proyecto a amplias franjas de hombres y mujeres del estado de diversas militancias y colores.
El Truco, es el aspirante oficial; es decir: proviene del partido que tiene en sus manos la administración estatal.
Villarreal Anaya, es el hombre postulado por la oposición.
En ninguna época de la historia electoral tamaulipeca, un opositor había logrado aglutinar a tanto y tanto ciudadano. Por hoy, todavía el récord de eventos de masas en el estado, pertenece al municipio de Madero, con la convocatoria de Adrián Oseguera Kernion: en el 2018, reunió a casi 20 mil habitantes del sur del estado para recibir al entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Con una variable: al evento, asistieron gente del norte de Veracruz, y de municipios vecinos del norte como González, Altamira y Tampico.
Las demostraciones –como dicen los pochos– del cardiólogo, por el momento se han circunscrito a un solo municipio –a excepción de su acto de registro–. Los más nutridos, han sido en Matamoros, Reynosa, Victoria y Madero.
Verástegui, ha mostrado músculo en Tampico, Victoria, Matamoros y Reynosa.
Ni la campaña de hace cinco años, con Francisco Cabeza de Vaca como aspirante, obtuvo los números en sus actos proselitistas, como hoy exhiben tanto Américo como el Truco. Y se debe recordar: la campaña panista del hoy gobernador, ha sido una de las más dinámicas y de números más altos en asistencia desde su posición de opositor.
Villarreal Anaya, ha superado esas estadísticas que parecían insuperables.
La de Cabeza de Vaca, fue una exitosa campaña en la cual el humor social y otros crípticos eventos, definieron una histórica victoria para el PAN inaugurando la alternancia en la gubernatura.
Hoy Villarreal Anaya, ha logrado como no se había vislumbrado, una movilización social en torno a un proyecto opositor que pensó sería complicado superar la vara dejada por la oposición en el pasado.
Sáquele brillo, a su credencial de elector.
Y súmese a la fiesta, que sus ojos probablemente no verán en las próximas décadas.
La oposición nunca vista
