En los albores de la elección de junio del 2021, el monstruo azul avanzaba lastimosamente , herido por la indiferencia ciudadana, y el incontenible avance MORENO. Pero en Victoria se sentían seguros. Querían seguir mantendiendo a la caja de resonancia del poder, como su coto de caza.
Los cabecistas habían decidido seguir gobernando la capital, y trazaron un cierre de filas que a cualquier competidor habría desanimado a las primeras de cambio. Fue así como desde la primera esquina de la ideología “chamoyista” dieron instrucciones de acelerar la entrega de despensas; de activar los comités de las dádivas electoreras. Y de azuzar a la jauría mediática en las redes.
Desde la real fortaleza de Palacio, dio inicio la cacería mayor, con la prima Pilar y sus vasallos, entre ellos el desertor del geñismo, Oscar Almaraz, mismo que por cierto, al perder Pilar, simplemente se dio a la fuga, refugiándose en la cámara baja, desde donde trama volver a pelear la capital en el 2024.
Pero, regresemos a la antesala de la madre de todas las batallas municipales del 2021, que tuvo lugar en ciudad Victoria. Se sabe que, cuando los altos mandos cabecistas del bunker del 15 y 16 Juárez se enteraron en sus propias mediciones , que la prima iba abajo en la percepción ciudadana, y que difícilmente recuperaría terreno, buscaron hacer lo que operaron con Almaraz, en la elección contra Xico.
Es decir, buscaron acalambrar a Lalo Gattas, un candidato morenista echado para adelante, que se enfrentó al sistema panista, con el oleaje de las maniobras y la tenebra cabecista en contra. Gattas no se comportó como lo hizo de manera pusilánime Almaráz, sino que se fajó los pantalones a favor de la causa obradorista. Fue entonces cuando, quienes en su momento formamos parte de esa tripulación opositora, sentimos no lo duro, sino lo tupido.
Por fortuna, la sociedad victorense apostó por un proyecto local, y le dio la espalda al grupo texano. Hoy en la proximidad de la Primavera tamaulipeca del 2023, quise rememorar esos episodios, porque los méritos de Gattas para enfrentarse y vencer, no a Pilar, sino al proyecto del más feroz e irascible de los gobernadores de Tamaulipas, me parece que merece un puntual recuento.
Hoy, Lalo Gattas ha aparecido en algunas evaluaciones nacionales, muy bien posicionado. Lo anterior ha generado no pocas polémicas, por esa razón, más que fincar nuestros razonamientos en este tipo de mediciones, lo haremos atendiendo a los hechos. Finalmente es en las acciones donde se evalúa de una manera más exacta, el avance o retroceso de un ente público, como el ayuntamiento victorense.
Durante las últimas semanas, la alcaldía de Lalo Gattas ha estado generando números duros, relacionados con la rehabilitación delas calles capitalinas. A estas alturas, se habla ya de 25 mil 600 metros cuadrados de vialidades con un pavimento funcional. Hablamos de más de 50 calles y caminos en nueve colonias y tres comunas rurales. En su conjunto, ambas representan la voluntad de hacer las cosas bien. Y de resolver una de las principales demandas ciudadanas.
Los trabajos de bacheo en la colonia Nuevas Playas, Fraccionamiento Las Flores, Avenida Tamaulipas, y Boulevard Praxedis Balboa, así como en el acceso principal del Camino a la Libertad, representan otro testimonio de que Lalo le está echando todos los kilos al rescate capitalino.
En el primer cuadro citadino los trabajos de remozamiento ya sin visibles al ojo ciudadano, en tramos como la calle Juárez y Zaragoza. En este sector, se han cubierto 448 metros cuadrados de pavimento asfáltico que se encontraba dañado y había cumplido ya con su ciclo de servicio.
La bitácora de los trabajos diarios realizados por el ayuntamiento, da cuenta de que se efectuaron trabajos en 22 calles y 22 caminos, sumando 25 mil, 190 metros cuadrados, en los cuales se incluye el área deportiva de la colonia Casas Blancas.
Por otra parte, se mejoraron los caminos de acceso en las colonias Esfuerzo Popular, Mariano Matamoros, Marlene Geraldin, y los accesos a los ejidos Manuel Avila Camacho y la Libertad, beneficiando con ello a más de 2 mil 500 habitantes,
Estos son los hechos y no palabras. Lo que estamos viendo es un alcalde que ha decidido a demostrar y a demostrarse a si mismo, lo que se puede lograr, cuando se es congruente con la voluntad de servir a Victoria y a sus familias.
Y de seguir haciendo realidad el compromiso de cambiarle el rostro a ciudad Victoria. Estaremos muy pendientes de lo que suceda.
Después de todo, Lalo Gattas ya hizo lo más difícil, como fue sacar del poder al grupo texano-cabecista, en el centro político del estado.
Me parece que el capital político-social del alcalde no ha sufrido merma. Moverlo implicará algunos riesgos, porque el coyunturero Almaraz sigue acechando.
Habrá que estar muy pendientes del tablero victorense.
