Inicio estas líneas, no con la intención de caricaturizar al personaje que, ha transitado hábil, audaz y camaleónico, aunque carente de moral entre las líneas enemigas de una guerra atroz y brutal por el poder político.
Más bien lo hago como una especie de admiración, porque no cualquiera logra cohabitar con proyectos políticos que chocan entre si.
En lo personal nunca lo he visto físicamente hablando, pero periodísticamente he seguido su rastro.
Y créanme que, en toda mi trayectoria periodística, que es bastante amplia, cronológicamente hablando, jamás había visto a un operador o consiglieri, de estas características.
Su historia y formación se origina hace muchos años, en un escenario caracterizado por el ascenso presidencial de la derecha en el país. Y una izquierda perredista que se pertrechaba en la capital de la república.
Su primera misión, en la cual se da a conocer, y se revela ya el asesor y operador, se da en los años noventa, durante la guerrilla del Subcomandante Marcos en Chiapas. Nuestro personaje viajó en un compacto equipo liderado por el matamorense Marco Antonio Bernal Gutiérrez.
En su libro, “Crónica de una Negociación”, Marco Bernal le dedica, (junto a otros miembros del equipo) unas líneas de agradecimiento, donde habla de una “infatigable voluntad negociadora”. Se vivían los tiempos del zedillismo.
Posteriormente, ya en la era 2000, (2003 para ser exactos), vemos a nuestro biografiado manejar un modesto coche Chevrolet Malibu, en el periférico del Distrito Federal. Sufrió un accidente y de acuerdo a los resultados del peritaje, las bolsas de aire no funcionaron.
Fue entonces cuando aquel joven abogado, egresado de la Escuela Superior de Leyes y Negocios, entabla una demanda jurídica, en contra de la empresa trasnacional , fabricante de su vehículo. En el accidente se dañó la columna vertebral. Pero no el cerebro, mismo que le ha seguido funcionando, de una manera bastante sobresaliente.
Durante el foxismo participó como colaborador de estudios legislativos en el senado de la república. Sus relaciones, sus amistades son sorprendentes, porque no es el típico personaje que se encasilla ideológicamente.
Igual sirvió como asesor cercano de Roberto Gil Zuarth, que como Coordinador Ejecutivo de Gabinetes, en el gobierno perredista de Marcelo Ebrard Casaubón, en la capital del país. Hablamos del 2006.
En el 2016, con la llegada del sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca, nuestro personaje, convertido ya en un superasesor, figura en el equipo de transición. La prensa lo ubica entre los más cercanos e influyentes, en el equipo del nuevo gobernador panista en Tamaulipas.
Se sabe que fue apadrinado por su amigo Roberto Gil, gran amigo y socio de Cabeza de Vaca.
Para ser objetivos, no sabemos cual es el papel que este oscuro y hábil personaje jugaría en los enfrentamientos de Cabeza, primero con Monreal, y posteriormente en su desafortunado y testarudo enfrentamiento con el Presidente de la república, Andres Manuel López Obrador.
Es muy probable que haya emigrado a nuevos aires, pues no le gustan los escenarios perdedores. Obviamente en su momento disfrutó las mieles de una super asesoría azul en Tamaulipas.
Ya no se habló mucho de él. En alguna ocasión se filtró que la UIF obradorista, los traía en jaque, a él y a su amigo Gil Zuarth.
En este punto de nuestro relato, nos preguntamos:
¿y que ha sido del abogado Cuitlahuac Bardán Esquivel…?
Lo más lógico sería pensar que se encuentra en el equipo de su antiguo jefe Marcelo Ebrard, pero NO. Nuestro personaje no suele ir con los que el considera perdedores, y por el contrario sabe olfatear el poder político, y obviamente el económico.
¡Agárrense!
Cuitlahuac Bardán se encuentra más cerca de Claudia Sheinbaum, de lo que muchos se imaginan.
¿Cómo lo logró?
Bueno, el primer paso para semejante posición de privilegio que ahora tiene, es que se convirtió en el brazo derecho de la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama.
Mara es una de las mujeres empoderadas de la 4T, más cercanas a la jefa de gobierno en la CDMX.
El superasesor está una vez más, en la antesala del poder. Y desde ahí en su momento,–si no es que ya lo hace—puede ayudar a sus amigos azules tamaulipecos.
Bardán es un personaje que sabe operar en un sistema político convulso y polarizado.
Guardando las proporciones, su historia tiene cierta similitud, con la del político francés de finales del siglo XVIII e inicios del XIX, José Fouché. Gracias a su habilidad para mimetizarse, sobrevivió a la revolución, al imperio napoleónico y el regreso a la monarquía. Tal y como hace siglos, Fouché fue capaz de defender causas opuestas y contradictorias, ahora Bardán lo hace,
Actualmente, su oficina en la elegante colonia Polanco, habla por si solo, de su nuevo estatus.
¿Ve usted como la política es impensable y tiene mil y uno laberintos?
El “Fouché” de la Polanco, lo corrobora.
