Luis Torre Aliyan, un joven político, de viejas costumbres.

27 julio, 2020

Se apellida Torre pero jura ser honesto. Empezó a regalar hace tres meses, su sueldo como síndico del Cabildo victorense, pero niega buscar la alcaldía. Reconoce que Xicoténcatl González Uresti es un presidente municipal corrupto, pero dice no poder combatirlo porque no es su competencia.
El periódico El Mercurio de Tamaulipas, bajo la dirección general del licenciado Antonio Villarreal Saldívar, empezó a practicar un innovador e interesante ejercicio de interlocución a distancia, via zoom.
La periodista Daisy Verónica Herrera Medrano está a cargo de este experimento de entrevistas virtuales que se pueden ver en tiempo real en redes sociales y plataformas, especialmente facebook, youtube y twitter, donde quedan grabadas.
El martes 21 de julio, Daisy Verónica sostuvo un encuentro a distancia con el abogado Luis Torre Aliyan, síndico segundo en el Cabildo que preside el médico Xicoténcatl González Uresti.
La periodista no se guardó ninguna pregunta y pese a algunos inconvenientes de carácter técnico, que interrumpió momentáneamente en varias ocasiones el enlace electrónico, las respuestas fluyeron en abundancia.
De entrada, Luis, de apenas 31 años de edad, aclaró que nunca ha estado afiliado al PAN y si es cierto que figuró en la planilla que registró este partido en el IETAM en 2018, obedeció a una invitación que le hicieron en su carácter de presidente de la delegación municipal de COPARMEX.
Se declaró orgulloso de su título de político independiente, ciudadano, y se jacta de no estar atado a dogmas, estatutos, reglamentos partidistas. Recientemente escribió una Carta Abierta para distanciarse del PAN, porque mucha gente lo liga a ese partido.
Aclara que se sintió obligado a deslindarse, no sólo del PAN sino del propio Xicoténcatl, y los acusa de haberse apartado de la ruta trazada en el arranque de la campaña y de la gestión edilicia.
Torre Aliyan también se desmarca de su tío Egidio Torre Cantú, de quien se confiesa emparentado pero en cuarto grado, pues su padre es primo del ex Gobernador. Se dice orgulloso de su apellido Torre, aunque reprueba la gestión sexenal de su pariente lejano.
Agrega que en 2018 se creó el grupo Frente México, integrado por el PAN, Movimiento Ciudadano y el PRD, y en Ciudad Victoria registró en el IETAM la planilla con Xicoténcatl al frente, con un programa de trabajo que presumía buscar la transparencia y el combate a la corrupción.
Sin embargo, dice, el presidente municipal empezó a dar muestras de extravío de sus buenas intenciones, con desplantes que hacían suponer irregularidades pero además, se descuidaron la calidad y puntualidad de los servicios públicos.
“Yo no soy tapadera de nadie”, proclama Torre Aliyan, acusando que los anteriores síndicos soslayaron, toleraron, encubrieron las deficiencias de los altos funcionarios, convirtiéndose en cómplices.
La periodista le pregunta si no es muy tarde para convertirse en disidente del presidente municipal, habida cuenta que ya va de salida y que está en puerta la campaña de proselitismo para la sucesión.
Luis se defiende sacando a colación su rechazo a la aprobación del presupuesto anual 2019-2020, pues desdeñó asistir a la sesión del Cabildo respectiva, prefiriendo salir de la ciudad para asistir a la fiesta de una boda.
Daisy vuelva a la carga con otra pregunta incómoda, pues lo emplaza a aclarar que si tiene sospechas de conductas irregularidades, ¿por qué no denuncia a Xicoténcatl de manera formal?
Torre Aliyan da una salida falsa, pues asegura que siendo síndico segundo, tiene facultades acotadas y que no es su responsabilidad revisar las compras que se hacen, ni el manejo del presupuesto. “No soy fiscal anti-corrupción”, dice tajante.
Incurre el abogado Luis en mentira. El cuerpo edilicio, es decir, síndicos y regidores, tienen las mismas obligaciones de fiscalizar al jefe del Cabildo, el presidente municipal. En sesión plenaria, todos tienen las mismas responsabilidades, las mismas atribuciones, los mismos derechos de exigir cuentas claras.
Sostiene que Xico es buena persona, pero mal administrador municipal.
También se pone en evidencia el joven Torre Aliyan, cuando confirma que hace apenas tres meses, en abril, decidió gastar todo su sueldo oficial, en la compra de despensas para ser regaladas en colonias proletarias.
No acepta que se trata de pre-campaña o de buscar caerle bien a la gente porque más adelante anunciaría que quiere ser candidato a presidente municipal, a diputado federal o a diputado local.
Dice que su repentino afán por ayudar a los que menos tienen, nació de su propósito de convertirse en el mejor síndico segundo que haya tenido Ciudad Victoria. Solo eso.
Anunció que lo anima el propósito de convertir a Victoria en la ciudad más importante de Tamaulipas, por ser la capital del Estado, aunque reconoce que los problemas que padece son formidables.
Las deficiencias en el suministro del agua potable, la pobreza, el desempleo, y los malos servicios públicos, son carencias que merecen ser atacadas de frente.
Acicateado por las agudas preguntas de Daisy Verónica Herrera, Luis Torre Aliyan se convierte repentinamente en un feroz detractor del gobierno, al acusar que los altos funcionarios gubernamentales no practican el diálogo y le dan la espalda a la sociedad.
“Los funcionarios no infunden confianza, no escuchan a los empresarios. Las mejores soluciones (a los problemas sociales) están en la iniciativa privada, pero no la atienden”, dijo textualmente.
Afirmó que no hay ánimo de concertación oficial, agregando con voz tronante, que las direcciones de fomento económico son de adorno, no funcionan, no aportan nada.
Se pronunció por ir pensando en un nuevo modelo económico, porque en su opinión, el que está vigente está desfasado, infuncional, infructuoso.
Insistió en que no busca ser candidato a presidencia municipal victorense, aunque en el curso de la conversación a distancia con la periodista Daisy Verónica, Luis Torre Aliyan dibujó lo que podría ser su programa de trabajo gubernamental.
Así hablan los políticos. Cuando dicen que no, es sí. Y viceversa.

(Agencia de Servicios Informativos).