Los fríos números, que presagian el 2024

3 julio, 2023

El 2024, se ve sombrío para la IV T tamaulipeca. Las estructuras gubernamentales, -estatal, federal y municipal, en su mayoría- no marchan como debieran; no operan, con eficacia y menos con visión y sensibilidad sociales. Es muy probable, que ese entramado en evidente parálisis, explique el resultado de las recientes mediciones que ubican al gobierno estatal en el veintiseisavo sitio de la tabla nacional, y en la comarca, sólo el 43 por ciento lo perciban con aceptación.
AMLO, anda sobre el 60 por ciento de acuerdo social en la entidad.
Es decir: casi 20 más de porcentaje de la administración estatal.
¿Qué está pasando?
¿Se puede ir a un proceso electoral con esos números y obtener resultados positivos?
Apremia, un golpe de timón.
1.- La red de políticas sociales de la federación, manejadas por Luis Lauro Reyes, es un éxito parcial. La generosidad de esas propuestas del presidente AMLO, las ha achicado el súper delegado; no ha dimensionado la relevancia de su responsabilidad. No ha asumido, la tarea; ha dado más prioridad a sus problemas personales que al despliegue de los programas de alto impacto popular articuladas por el gobierno federal.
Su inoperancia, se nota ante el penoso estado de la infraestructura para la instrumentación de su encomienda: Bancos de Bienestar, sin energía eléctrica; locales en las subdelegaciones en franca decadencia; personal, sin capacitación y su afecto desmedido por salir en la foto.
Esa falta de atención, ya generó resultados fatales: en Río Bravo, fueron atropellados varios beneficiados cuando hacían fila para recibir sus becas a pleno sol y en las calles.
Centenares de adultos mayores, han esperado hasta un año y medio para recibir la tarjeta para retirar los apoyos materiales de la IV T.
Reyes, es un parásito de los avances realizados por dos de sus antecesores, -José Ramón Gómez Leal y Rodolfo González Valderrama- los cuales aportaron a los programas sociales federales.
El muchacho, no sabe que una de sus obligaciones, es coordinar a los delegados federales.
Cada quién anda por su lado.
Evidentemente: no le alcanza para ponderar la trascendencia de su delegación.
¿Cómo se pueden esperar resultados aceptables con ese tipo de funcionarios?
2.- Exceptuado el Secretario de Gobierno y la Secretaria de Educación, el resto del gabinete, es morralla; la mayoría, llegaron con recomendaciones y presumiendo sólidas credenciales.
Lamentable, el panorama.
El Secretario de Salud, no ha digerido el proyecto de AMLO para ofrecer un sistema de salud pública, de amplio espectro. Los hospitales, siguen siendo manejados por las mafias médicas, que usufructúan quirófanos y material médico en beneficio personal; no ha diseñado un plan para el equipamiento del sistema hospitalario y menos, ha propuesto un proyecto para llevar doctores a sitios deprimidos del estado como el Cuarto Distrito.
El Secretario de Agricultura -o algo así-, en su vida ha salido de ciudad Victoria. La frontera, lo espera con ansia para, plantearle los problemas de los distritos de riego del Bajo Río San Juan. No lo conocen; por una sencilla razón: no se ha presentado.
La Secretaria de Desarrollo Económico, vive en Laredo, Texas. Ha dejado su encomienda a subalternos que andan haciendo turismo por toda la entidad.
La Secretaria de Desarrollo Social, es un fiasco. No puede con el encargo.
Etcétera, etcétera…
3.- La mayoría de los Ayuntamientos guindos, se han dedicado a la acumulación de los capitales de sus jefes edilicios. Existe una profunda crisis de servicios públicos.
Necesaria, la reconciliación de los gobiernos de la IV T, con sus ciudadanos, con sus representados.
Obligada, la recomposición del gabinete estatal y el tejido de gobierno federal.
Imperioso, hacer de la política, la herramienta fundamental de la gobernabilidad.
Que nadie espere buenos resultados, con recetas que no han funcionado.