+ Como lo advirtió el Gobernador, mucho empieza a escucharse del ‘Truco’
+ Maki Ortiz no disfraza, para nada, que ya está en plena campaña política
+ Los alcaldes se quejan de falta de recursos, pero aún tienen presupuesto
Por Juan Sánchez-Mendoza
César Augusto Verástegui Ostos empieza a sonar fuerte como el aspirante mejor posicionado a la candidatura gubernamental, por lo que al membrete albiceleste se refiere. Incluso, asoma la presunción de que en breve dejará la Secretaría General de Gobierno para dedicarse de tiempo completo a su proyecto pre-electoral.
Desde hace días la estampa de ‘El Truco’ en medios de comunicación masiva ha cobrado notoriedad, mientras sus contendientes ocasionales del mismo partido (Gerardo Peña Flores y Jesús Antonio Nader Nasrallah) han buscado infructuosamente los reflectores.
Y, hasta eso, contratando encuestas donde aparecen como ‘favoritos’.
En el Partido Acción Nacional (PAN), por cierto, milita un grupo nutrido de cuadros dispuestos a jugársela con Verástegui Ostos, quien, durante un lustro, ha manejado adecuadamente la política interior de Tamaulipas.
También los asuntos que le confieren la Constitución Política estatal, y la Ley Orgánica de la Administración Pública, como las leyes, reglamentos, decretos, acuerdos, convenios y demás disposiciones jurídicas aplicables.
No tiene prisa en autopromocionarse, pues, como soldado disciplinado del partido fundado por Manuel Gómez Morín (hacia 1939), atiende primero la unidad partidista, que en esta ocasión será fundamental para extender la presencia albieleste en la gubernatura.
Originario de Xicoténcatl, ‘El Truco’ cuenta con experiencia en el rubro de la agricultura, la política y la administración pública –en dos de sus tres niveles–, pues fue diputado federal plurinominal, alcalde en dos ocasiones, presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN y, desde hace cinco años, despacha como secretario General de Gobierno.
En junio 25 del año que cursamos, prácticamente fue destapado por el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, durante una gira que el mandatario realizó por el municipio de Casas, donde claramente dijo: “Lo van a escuchar mucho… conózcanlo, porque lo van a escuchar y lo van a escuchar mucho…”
Obviamente ese pronunciamiento le irritó al alcalde de Tampico, Jesús Antonio Nader Nasrallah, quien el día siguiente hizo publicitar que Tampico también sonaría fuerte: “Y vamos a seguir sonando… en todos los rincones de Tamaulipas”.
Peña Flores, por su parte, dedicó su tiempo, hasta el 30 de septiembre próximo pasado, a enaltecer la LXIV Legislatura –que le tocó presidir desde la Junta de Coordinación Política (Jucopo)–, y ya como diputado federal se ha visto opacado.
Ambos, ‘Chucho’ y Gerardo, siguen jugando en el hándicap albiceleste rumbo a la candidatura gubernamental, pero según aprecian los analistas a ninguno de los dos les alcanza para medirse en una contienda cerrada, con César Augusto.
Menos ahora, cuando de trabajar en territorio se trata.
Y es que la diferencia entre ‘El Truco’ y sus contrincantes ocasionales, radica en el hecho de que Verástegui Ostos ha tratado y conciliado con los grupos más contestatarios del régimen, mientras que ellos han circunscrito su relación con la sociedad a través del Congreso –uno–, y la población de un municipio (el otro).
Es decir, les falta roce territorial. Esa empatía tan necesaria cuando se trata de conjugar y conjuntar ideas, esfuerzos y proyectos, para enfrentar la crisis en todas las materias derivadas por el empecinamiento centralista.
Hace días circuló profusamente en redes sociales una fotografía, en la que aparecen ‘El Truco’ y Peña Flores departiendo alimentos, pero quienes gustan de la interpretación dibujaron que ambos ya se pusieron de acuerdo para que el candidato gubernamental del PAN sea de unidad.
Nader Nasrallah nada ha opinado al respecto, pero hay tiempo todavía suficiente para disciplinarlo.
Nada está seguro
Hay quienes dicen y aseguran que si hoy fueran las elecciones Movimiento Regeneración Nacional (morena) se alzaría con un triunfo contundente por la marca lópezobradorista, más que por su candidato gubernamental.
Pero la jornada comicial será hasta dentro de ocho meses.
Tiempo suficiente para replantear estrategias y llevarlas a cabo. Por lo menos en los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), que son competencia importante para definir este proceso.
Sobre todo, cuando la estadística refiere una parca diferencia de votos (comparada con el proceso electoral inmediato) estatales entre morena y el PAN: 27 mil 285, en la elección del Congreso local y los 43 ayuntamientos, que significa el (+/-) 5 por ciento de la participación ciudadana, cotejándola con el resultado más reciente (2016) del proceso para renovar gobernador, aquí en Tamaulipas.
En 2021 apenas acudieron a las urnas 1 millón 443 527 ciudadanos de los 2 millones 735 mil 949 enlistados nominalmente (52.68 por ciento) pues la contienda se circunscribió a elegir diputados locales y ayuntamientos; de los cuales morena alcanzó la mayoría con 524 mil 221; el PAN tuvo 496 mil 936; el Partido Revolucionario Institucional (PRI) 127 mil 562; y Movimiento Ciudadano (MC) 48 mil 580.
En el 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador estuvo en la boleta, acá en Tamaulipas la lista nominal sumó a 2 millones 628 mil 745 electores de los cuales participó un 61.32 por ciento (1 millón 573 mil 629) –ganando el PAN con más de 200 mil votos–, lo que refiere claramente que no existe, en la entidad, ninguna certeza relacionada con preferencias electorales.
Así que no hay por qué hacer elucubraciones al vapor puesto que esto apenas comienza.
Es decir, el rejuego sucesorio.
Y menos hay que pronosticar triunfos baladís, cuando asoman pleitos, reyertas, discrepancias… entre los aspirantes guindas a la nominación que al final de cuentas, para la alternancia en Tamaulipas, debe decidir Andrés Manuel. No sus lacayos –Mario Martín Delgado Carrillo y Ricardo Monreal Ávila–, porque ya está visto que, ellos metiendo mano, morena caería.
En campaña
El recorrido que realiza Maki Esther Ortiz Domínguez por nueve municipios de la geografía estatal –so pretexto de disertar sobre el tema ‘Experiencias exitosas de un gobierno responsable’–, en realidad es una campaña con la que busca posicionamiento político-electoral con miras al 2022.
Si el Ayuntamiento ejecutó o no acciones en Reynosa durante el lustro de su ejercicio constitucional, sólo incumbe a los más de 600 mil habitantes que pueblan esa localidad fronteriza, pues, para realizarlas, la ex alcaldesa jamás tomó en cuenta la opinión ciudadana de otros municipios.
¡Ah!, pero ahora que ambiciona ser candidata a la gubernatura informa mediante estadísticas sus logros –ocultando que enfrenta dos acusaciones penales por desviación de recursos públicos–, tratando de ‘impresionar a la audiencia’ y algunas autoridades municipales para que apoyen su proyecto inmediato.
En su recorrido, Maki viola claramente la Ley Electoral al realizar actos anticipados de campaña. Y aunque en tribuna no pide abiertamente el voto, antes de ofrecer su conferencia, admite ante la prensa que sí participará en la contienda. Ya por morena o por cualquier otro partido; inclusive, hasta de manera independiente.
Hace dos días estuvo en Ciudad Victoria, para reunirse con diputados locales de morena, comer con el alcalde (Eduardo Abraham Gattás Báez) y hablar (ante una audiencia de más/menos 200 ciudadanos) de su quehacer edilicio en Reynosa.
Por supuesto (públicamente) no se apareció ningún otro aspirante a la candidatura gubernamental de morena.
Alianza improductiva
En el proceso electoral del 2021 –para enfrentar a morena–, se coaligaron en once entidades donde se disputaba la gubernatura, el PAN, PRI y PRD.
Y perdieron de todas, todas.
Eso lleva a suponer que el comportamiento ciudadano es voluble en el momento de emitir su voto, merced a la propaganda o definición política.
Así que considero habrá sorprendidos, no sorpresas, en la nominación de candidatos.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Caminante no hay camino
Hay un sinnúmero de alcaldes quejándose de que sus antecesores nada les dejaron en caja, advirtiendo que no tienen para cubrir los salarios ni las compensaciones de octubre, noviembre y diciembre.
Menos gastos para reparar los baches o recolectar desechos sólidos.
¡Mentira!
El presupuesto asignado es anual, ciertamente, pero se les suministra cada mes. Así que el gasto programado no varía; y cada mes recibirán sus partidas dispuestas por acuerdos legales.
Se hace camino al andar
Felipe Neri Garza González no quita el dedo del renglón en su propósito de ser candidato gubernamental de morena.
El derecho le asiste y más comparándolo con otros aspirantes pues su trayectoria política los rebasa en mucho.
Ninguno de esos pretendientes como Felipe, ha sido en tres ocasiones diputado, funcionario estatal y federal.
Así que no hay que perderlo de vista.
Cicuta
Rodolfo González Valderrama, llegó a Tamaulipas –como nuevo delegado de Bienestar–, sin aspavientos.
Para algunos, es el ‘caballo negro’ de morena.
Y para otros, viene a apoyar el proyecto de Américo Villarreal Anaya.
De cualquier forma su presencia en la entidad inquieta a Héctor Martín Garza González, Adrián Oseguera Kernion, Erasmo González Robledo y, a la misma Maki.
¿Qué no?