@KlerigaE
user007@mxpress.mx
Desacostumbrado a diálogos de altura, en el encuentro con Biden, el tabasqueño tenso volteaba hacia sus asesores, no desabotonó el saco, entrelazaba las manos, jugaba con el reloj y luego firmó compromisos contra el calentamiento global, por la democracia, los derechos humanos y contra la impunidad.
El lenguaje corporal de López durante la reunión con Joe Biden mostró angustia, poca estatura política, desconocimiento del ceremonial y la etiqueta.
Andrés Manuel López Obrador resulta que no sabe que la integración económica de América del Norte vía libre comercio, comenzó hace 27 años.
En la declaración conjunta, que al parecer no había trabajado en ella, se habla de esta integración, “desde la firma de nuestro primer acuerdo comercial trilateral en 1994”
Se dan datos como que el comercio entre las tres partes ha crecido más de 250 por ciento y ha formado la base para ser (“juntos”) una potencia económica.
Y entrado en gastos propuso la sustitución de productos chinos en el bloque del T-MEC, como si fuera preparar tamales de chipilín.
Poco le importó que apenas hace unos meses les hubiera agradecido a los chinos su ayuda y les hubiera reiterado la cooperación económica.
López, el enamorado del petróleo, tuvo que firmar un comunicado donde se avala “colectivamente tomar medidas rápidas y coordinadas (…) contra el cambio climático”
“Reconocemos la importancia de los esfuerzos globales para limitar el calentamiento a 1.5 grados”, dijeron y le endosaron los compromisos de Glasgow”
Precisamente la Cumbre Climática donde López y México fueron calificados de dinosaurio, por no hacer nada para combatir el cambio climático.
López habló de su programa Sembrando Vida, y culpó a la concentración de riqueza de la migración, pero en la declaración conjunta firmó que el calentamiento global es expulsor de migrantes.
El matoncito mexicano mostró que en Washington sí usa cubrebocas, sí llega con el pantalón planchado y los zapatos boleados, pero en lo demás, igual.
El Presidente Biden dio un corto discurso de buena voluntad, que AMLO no captó, así que le pudo hablar de física cuántica o lenguas godélicas y hubiera sido igual.
Lo más notable del discurso de Biden fue puntualizar sobre la vigorización y cercanía de las democracias, como si le conociera las intenciones al tabasqueño.
También le dijo a López que iban a pactar sobre una recuperación inclusiva y “también vamos a abordar el tema de Migración”, afirmó Biden,
El americano habló de 200 años de la relación diplomática, esa que inició con el embajador Poinsett, quien plagió la flor de nochebuena e instigó la Guerra con Texas.
Finalmente, López, sin apuntes, a ocurrencia, como tarabilla, sólo el tartamudeo pausaba, como si Biden hablara español o las traductoras fueran taquígrafas.
Contó sus historias, de Juárez, el mejor presidente mexicano que con Lincoln hicieron “el momento estelar” de la relación, y de Cárdenas “el mejor presidente del Siglo XX”.
El del macuspano fue un discurso deshilado, de quien no entendió que era una reunión para mostrar amistad, no para lanzar ocurrencias.
Así, agradeció a Biden, quien acaba de decir que nos veía como pares, que no nos viera como “patio trasero (…) cosa que agradecemos (sic)”.
Biden le había dicho: “Durante mi presidencia en diciembre dije que no iba a ser la política de buenos vecinos, sino la política de iguales, en pie de igualdad”.
Pero el macuspano, sin percibir que metía ruido, señaló: “Porque de esa manera no necesitamos estar reafirmando nuestros principios de independencia y soberanía”,
Y como dice una cosa dice otra, y firmó un compromiso por para proteger los derechos humanos, para participar en la Cumbre por la Democracia
Y, en la Cumbre de las Américas: “juntarnos como región para refirmar nuestros valores y avanzar nuestras prioridades regionales de seguridad y prosperidad”.