Parodiando a la mecánica de la famosa serie coreana, “El Juego del Calamar”, trascendió que será este viernes 19 de noviembre, cuando el Comité Ejecutivo Nacional de MORENA a través de su Comisión Nacional de Elecciones realice el descarte masivo de 34 aspirantes a la gubernatura obradorista en Tamaulipas.
Tal vez como en ningún otro de los seis estados donde habrá elecciones en 2022, en el nuestro existen mayores similitudes con el célebre juego asiático. Dado lo cruento y despiadado de la contienda política, aunque precisando que se trata de un escenario de orden faccioso y partidista, la rudeza de los golpeteos, exhibe ciertos paralelismos.
El más reciente capítulo de la trama guinda, nos habla sobre la reunión de los llamados Consejos estatales, situación que no solo se dio en Tamaulipas, sino en las otras cinco entidades federativas donde se desarrollarán comicios el año próximo.
Para quienes están empapados del tema interno, nos dicen que, dichos eventos si bien es cierto que tienen su importancia dentro de la mecánica formal del proceso, no tienen un carácter definitorio, pues finalmente es la Comisión Nacional de Elecciones la que dirá la última palabra sobre cuáles serán los cuatro registros que prevalecerán. Según la convocatoria, son dos hombres y dos mujeres.
Esta Comisión Nacional de Elecciones se encuentra ya reunida desde hoy miércoles 17, pero los resultados de sus auscultaciones, habrán de darse a conocer hasta este viernes 19 de noviembre. Es muy probable que en esas 48 horas, los golpeteos entre la hermandad morenista arrecien. Los supuestos pactos de lealtad rodarán por los suelos, ante la prevalencia del refrán que advierte: primero mis dientes y luego mis parientes.
Tal es el caso del acuerdo interno conocido como el Pacto de McAllen, o Pacto del Bloque del Norte, mismo que se llevó a cabo hace algunos meses en esa ciudad del sur de Texas. Sin embargo, hoy vemos que una alcaldesa como Carmen Lilia Cantu Rosas de Nuevo Laredo aprovechado su prestigio político y su legítima aspiración a ser postulada como candidata a la gubernatura, decidió registrarse en la interna. Lo anterior fue suficiente para provocar la ira de Maki Ortiz Dominguez, pues ella quiere ser la única en el tema de género, pero no contaba con el liderazgo político de la dama neolaredense.
Se sabe de buena fuente que cuando Maki se enteró del registro de Carmen Lilia , hizo el berrinche de su vida y de inmediato empezó a bombardear con llamadas el celular de Mario Delgado y el de la Comisión Nacional de Elecciones. Estaba fúrica la matriarca ojiverde.
Por cierto se especula en el sentido de que, este viernes 19, cuando la CNE de a conocer los nombres de los cuatro que quedaron, Maki no aparezca y en su lugar vayan Carmen Lilia y Lupita Covarrubias.
De ese tamaño andan las cosas, en el Calamar Moreno.
¡Jugaremoooos muévete luz Guinda! Lo que diga mi deditoooooo!
——-GATTAS Y EL OBISPO—-
Este miércoles, se llevo a cabo en el Poliforum de esta capital un acto masivo de aproximadamente 2 mil personas como bienvenida al liderazgo espiritual del nuevo Obispo, Monseñor Oscar Efraín Tamez Villarreal mismo que recientemente fue nombrado por el Papa Francisco como pastor de la grey católica en la diócesis de la capital tamaulipeca.
Ahí en ese evento estuvo el alcalde victorense Eduardo Gattas Baez, dándole la bienvenida a quien desde ahora es el representante de la Santa Sede en la región centro de Tamaulipas.
Tamez Villarreal es originario del municipio de Allende Nuevo León. Es una persona sumamente preparada, en temas filosóficos, éticos y espirituales. Dentro de su formación, destaca una licenciatura en teología moral y una maestría bioética en la Academia Alfonsiana en Roma Italia.
Arriba el nuevo Obispo en plena grilla tamaulipeca. Habrá que ver cual es su postura ante los asuntos del Cesar, pues para nadie es un secreto que muchos de sus antecesores, le entraron al tema terrenal y hasta agarraron partido por alguna de las expresiones partidistas preponderantes en su tiempo.
Por lo pronto el alcalde morenista Gattas ya entabló relación con Monseñor Taméz Villarreal. Esperemos que el Obispo entrante comulgue con las ideas de esa otra iglesia del poder político, cuyo jefe supremo es Andrés Manuel López Obrador.