Los ríos de pus, que exhibió el Efecto Carmona harán naufragar muchos proyectos políticos en la entidad. De inmediato, la región que más resentirá -muy probablemente- esa circunstancia, es el sur de Tamaulipas. Hundió, varios futuros políticos guindos; manchó, algunos cuadros lopezobradoristas que si acaso salen con lesiones leves, los harán extremadamente tiznados; embarró, a gente que presumía de probidad y amagaba con capitales políticos impolutos; aplastó, a personajes que navegaron toda su vida con banderas de éticas inmarcesibles.
En suma: generó uno de los vuelcos del escenario sureño, similar -con sus variables, particulares- al ocurrido el 10 de enero de 1989, cuando Joaquín Hernández Galicia, fue extirpado por el salinismo de su posición de poder.
Olga Sosa, despuntaba para ser un factor relevante en Tampico. Joven, con formación académica respetable, con una estructura social nada despreciable, es una de las occisas del ventarrón de los hermanos Carmona, sobre el pantanoso circo romano en que se convirtió la política aldeana.
Erasmo González, acaso sea la víctima más importante. Se había vinculado con la crema y nata del lopezobradorismo a nivel nacional -entre ellos el dirigente del CEN de MORENA, Mario Delgado-. Ello, le había permitido acumular una potencia en su liderazgo, que intentó convertir en toda la entidad en el factor decisivo. Logró cohesionar a decenas de candidatos que sumó a algún proyecto en busca de la gubernatura; no lo hizo mal. Iba bien todo, hasta que aparecieron sus nexos con los hermanos Carmona.
Es más que pública la relación entre Erasmo y el recién desaparecido empresario reynosense.
Sólo los ingenuos, pueden pensar que se levantará de ese autodescontón.
Armando Martinez Manrique, alcalde de Altamira, es otro elemento que se mueve con la mierda hasta la barbilla. Sigue activando; pero entre más acciona, mas se ensucia. No pasa la prueba de la IV T. Sus viajes a Monterrey, Nuevo León, por recursos están más que documentados. Material gráfico , lo evidencia como uno de los protegidos de Erasmo en cuanto a fondos de los famosos reynosenses.
Nunca pensaron, que el destino les jugaría esa fatalidad.
En ese desastre partidista, emerge como único factor confiable y con vigor para re-articular en todo el sur, el alcalde de Madero, Adrián Oseguera Kernion.
(Independientemente, que ante todo el tiradero dejado por el tsunami de cieno, pueda incorporarse a la lista de precandidatos ante la asfixia por inmersión de varios de ellos)
El maderense, tiene todo para potenciar al lopezobradorismo en Tampico, Altamira. González y Madero.
Madero y Oseguera, siguen de pié.