- Denuncian 35 mujeres agresión física de sus parejas
Ramón Mendoza S
Reportero
En los dos más recientes meses, el Instituto Municipal de la Mujer (IMM) ha recepcionado 35 casos de abuso y violencia contra la mujer, mismos que les han dado seguimiento para detener este flagelo de la sociedad.
María de Luz Martínez Covarrubias titular del área en mención señalo que se trata de violencia física, regularmente proviene de la pareja y se da en el seno de un hogar disperso, con presiones y factores externos por la pobreza, marginación, e ignorancia.
“Hemos tenido 35 casos de violencia contra la mujer, la verdad es que son muchos casos y mucha gente no sabe a dónde pedir ayuda porque hasta para llamar a la policía tardan en llegar para detener la agresión” comento.
Indico que la mujer violentada se canaliza ante el Dif Municipal, y los más graves ante la Fiscalía Especializada, todos ellos por golpes y agresiones físicas las menores por violencia de palabras o psicológicas.
“Hay de todos los niveles sociales aunque aquí nos busca más la gente de clase media para abajo, es la gente más maltratada, necesitada y que no tienen quien los apoye” indico.
Refirió que este fenómeno es muy lamentable y a pesar de que legalmente la mujer tiene todos los derechos de igualdad y equidad de género en la sociedad se sigue violentando.
“La mujer nunca va a tener la misma fuerza del hombre y hay veces como se defiende; Al estar las mujeres sin poder movilizarse, se hace mucho más difícil pedir ayuda o denunciar estos casos. En diversas ocasiones, muchas mujeres están encerradas con su agresor y ello hace muy limitante poder hacer algo al respecto”, precisa.
A pesar de que las estadísticas muestran un incrementado en los casos de violencia, también existe una “cifra negra”, es decir, datos que no han sido recolectados.
Martínez Covarrubias sostiene que el encierro que se registró durante casi 20 meses de Pandemia redujo las posibilidades de las víctimas de denunciar las agresiones, por lo cual muchas no han sido registradas en las cifras oficiales.
“En los picos más fuertes del confinamiento, producto de la pandemia, se reducían las posibilidades de las víctimas de poder recurrir y pedir ayuda, presentar denuncias oportunas por agresiones o, incluso, la misma posibilidad de poder recurrir a realizar llamadas de emergencias ;Estos casos no se han podido dar o no se han podido visibilizar como se esperaba”, explicó.