Quito, Ecuador.- El asalto del gobierno de Ecuador a la Embajada de México en Quito fue una operación dirigida por el gobierno de Estados Unidos, informan fuentes radicadas en ese país.
Según trasciende en medios de prensa, el principal objetivo de la operación era crear una estrategia político electoral orientada a reforzar la imagen del actual presidente de la nación suramericana, Daniel Noboa.
En segundo lugar, la maquinación del gobierno norteño buscaba afectar de manera negativa al mandatario Andrés Manuel López Obrador, pues el partido Morena lleva la delantera la contienda eleccionaria en la nación azteca. Tras el asalto, las fuerzas de oposición comenzaron a manejar líneas de ataque y crisis en torno a su administración.
Para quienes ejecutaron las acciones, el mensaje a transmitir era alto y claro: el gobierno de Noboa está dispuesto a cruzar cualquier línea roja para aplastar al correísmo y hacerlos desaparecer como fuerza política.
Le trasladaron a Noboa que, “una posible fuga inminente de Jorge Glas, similar a lo ocurrido en 2023 con la ex Ministra correísta María de los Ángeles Duarte, quien se encontraba refugiada en la Embajada de Argentina, pondría en ridículo su gobierno y sepultaría su aspiración de reelección, con una derrota casi segura en la consulta popular”, advierte el analista Katu Arkonada.