El juicio ha sido catolagado por legisladores federales republicanos como parte de la bochornosa persecución política contra el presidente 45 de Estados Unidos
NUEVA YORK– El expresidente de Estados Unidos Donald Trump fue declarado culpable este jueves de 34 cargos en un controversial e intencional Juicio con visibles matices políticos en Manhattan, Nueva York.
Sólo la velocidad conque se ha hecho todo el proceso define por sí misma las verdaderas intenciones políticas de lo que se hacer llamar justicia ahora en Nueva York.
Para los votantes
Para los votantes está claro de qué se trata y lo han manifestado en una reciente encuesta en la que más del 85% afirma que su voto por Trump no cambiará por ninguna sentencia del tribunal neoyorquino, ni por ningún otro.
Trump fue acusado supuestamente de falsificar documentos contables de su empresa para ocultar pagos por el silencio de una exactriz porno manipulada o influenciada para ganar fama y servir a los demócratas, que hasta ahora han logrado la reacción contraria de parte del pueblo estadounidense a lo que persiguen: la destrucción moral y financiera de uno de los presidentes con mayor respaldo popular a pesar de todas las acusaciones y procesos en su contra.
En la tarde del jueves el jurado indicó que había llegado a una decisión, aseguró el juez Juan Merchan, que preside este primer juicio penal a un Presidente de Estados Unidos. El jurado pidió 30 minutos más antes de poder anunciar su veredicto.
El juez Marchán y los fiscales han sido calificados por legisladores republicanos y por el propio Trump de corruptos y de hacer un juicio político como parte de la persecución contra él y lo que representa para el país el movimiento MAGA (Make America Great Againt).
Trump se encamina hacia la Casa Blanca para un segundo mandato. De ganar la Presidencia, el show montado por la élite de izquierda contra el exmandatario quedaría desestimado.
En estos momentos es lamentable que un Departamento de Justicia en EEUU esté controlado por intereses políticos de una cúpula de poder de tendencia socialista y no realmente para hacer cumplir la ley. Así lo percibe la gran mayoría de los estadounidenses que desean vivir en un país democrático, con respeto a las libertades y a la verdadera justicia, no bajo los designios de una ideología que pretende transformar y eliminar los valores conservadores sobre los que se fundó y se ha desarrollado Estados Unidos, algo impensable décadas atrás.