De la estabilidad al acoso: Se volvieron rapaces por las plazas, así la crisis en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Ciudad de México, 12 de marzo de 2025.-La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) enfrenta una crisis laboral sin precedentes desde la llegada de Julio Berdegué Sacristán a la titularidad de la dependencia en octubre de 2024. A pesar de su destacada trayectoria en desarrollo rural y políticas agrícolas, su gestión ha estado marcada por permitir despidos injustificados y un ambiente laboral hostil por hacerse de las plazas federales.
Estrategias de presión y acoso laboral
Desde noviembre de 2024, trabajadores de SADER han reportado un entorno laboral adverso. Se les ha instado a presentar renuncias voluntarias bajo el pretexto de recortes presupuestales. Este argumento ha servido para desmantelar plazas obtenidas mediante concursos abiertos del Servicio Profesional de Carrera, reasignándolas a perfiles afines a la nueva administración. Las tácticas de acoso incluyen solicitudes reiteradas de firmas de renuncia, retención de herramientas de trabajo, entrega de resguardos, restricciones de acceso a oficinas, omisión y arbitrariedad en la evaluación del desempeño 2024, en casos recientes, suspensión de pago de salarios sin previo aviso, todas estas artimañas bajo el artificio de que la parte jurídica la tienen de su lado.
El golpe final: despidos disfrazados de reestructura
El 27 de febrero de 2025, trabajadores de diversas áreas de SADER fueron informados verbalmente (no por escrito como debe ser) de la eliminación de sus plazas y la suspensión del pago de sus salarios, sin documentación oficial que respaldara estas decisiones. Por poner solo un claro ejemplo de esto, en una reunión encabezada por la Mtra. Gabriela Lara Rodríguez, hasta entonces quien fuera la encargada de Despacho de la Dirección General de Capital Humano y Desarrollo Organizacional, y el Dr. Víctor Manuel Quintana Silveyra, Director General de Eficiencia Hídrica en el Riego, que depende del Ing. Jesús Enrique Vázquez Lizárraga, Coordinador General de Eficiencia Hídrica Agroalimentaria, comunicó a los afectados que no habría liquidaciones justas y que la única opción era firmar su renuncia voluntaria, pues con ello no generan temas jurídicos o demandas laborales por los trabajadores. Estas condiciones fueron percibidas como un abuso de poder, dejando a los trabajadores sin garantías mínimas y omitiendo las compensaciones previstas por la normatividad laboral. No les importan las formas porque el fondo es hacerse de las plazas.
El clima dentro de SADER es de total incertidumbre. La estrategia implementada a finales de febrero parece ser solo el comienzo de una purga mayor. Quienes aún conservan sus plazas viven bajo la amenaza latente de ser los siguientes en la lista de despidos, lo que ha generado un ambiente de miedo, desconfianza y desmoralización. Están siendo burdos, no les importa a los ahora funcionarios federales el trato digno que se debe dar a los trabajadores, creen que se maneja todo como lo hacían en el Gobierno de la Ciudad de donde muchos provienen. Lo que desconocen es que muchos al interior tienen información que tarde o temprano les va a marcar y en internet se va quedar su expediente de malos funcionarios y funcionarias. A esto se suman medidas adicionales que agravan la situación del personal restante. El 28 de febrero, la Mtra. Perla Marina Alexander Enríquez, encargada de la Dirección General de Recursos Materiales, Inmuebles y Servicios, a través de un comunicado oficial, anunció la suspensión de servicios de mensajería y estacionamiento alterno, afectando la operatividad diaria de la dependencia y evidenciando un desinterés total por el bienestar de sus trabajadores, quienes ahora tienen que pagar su estacionamiento. Una prestación que para muchos es de importancia por diversas causas.
El costo de la inestabilidad
Las consecuencias de esta reestructura administrativa que lleva muchos años y que hasta el momento no se ha logrado concretar por diversos motivos (uno de ellos es el que hacer con plazas que pasaron de órganos desconcentrados a la secretaría), no solo afecta a los trabajadores despedidos y a los que aún resisten valientemente en sus puestos. La inestabilidad y la falta de personal calificado impactarán en la eficiencia de los programas agropecuarios, debilitando el funcionamiento de una secretaría fundamental para el desarrollo del campo mexicano. Julio Berdegué Sacristán se perfila como un secretario marcado por la polémica, la arbitrariedad y el desgaste interno de la dependencia a su cargo, de nada servirá su trayectoria si como titular de una secretaría tan importante no ha sabido hasta el momento manejarla. Lejos de consolidar una gestión eficiente, su administración está construyendo una estructura debilitada, donde la incertidumbre laboral y la falta de garantías pueden comprometer seriamente el futuro de la SADER.
Las preguntas que quedan en el aire son: ¿Hasta cuándo podrá sostenerse una gestión basada en el atropello y la imposición? ¿Es tan necesario acomodar a sus allegados sin importar el abuso que están promoviendo contra trabajadores con años de experiencia y servicio al agro mexicano? ¿Dónde está la Contraloría, a cargo de la Mtra. Jessica Berenice Penilla Cortés Titular del Área de Especialidad en Control Interno en el Ramo de Agricultura y Desarrollo Rural, que permite tanta irregularidad? ¿Dónde está el Área Jurídica encabezada por la Mtra. Rosa Chávez Aguilar, quien debe velar por que el actuar de la dependencia se realice con apego a derecho y en observancia a los derechos laborales? Incluso hay personal administrativo adscrito a las áreas que fungen como enlaces con las áreas de recursos humanos que se mofan de los abusos cometidos a sus propios compañeros, quienes son los que ejecutan también instrucciones de superiores y son el primer contacto con las direcciones generales e incluso con la Mtra. Ma Dolores Arellano Sesmas, Titular de la Unidad de Administración y Finanzas del Ramo 08.
¿Hasta dónde permitirá Julio Berdegué Sacristán el mal manejo del capital humano que se está llevando a cabo al interior de la secretaría de estado que él mismo representa?.
Lo que sabemos al interior es que seguirán los despidos, seguirás prácticas inadecuadas y seguirán las presiones a los trabajadores, ellos lo que buscan a como dé lugar es, las plazas para sus allegados, amigos y conocidos, desde el interior hay mucha información que no saben controlar y los involucrados seguirán siendo exhibidos hasta que generen condiciones y prácticas laborales dignas para los empleados.
