María Esther Beltrán Martínez Fotos: Starlite Occident
El verano sigue su curso como el arroyo de un río donde fluye con claridad el agua. Así son las noches en Starlite Occident donde se dan cita los cantantes españoles e internacionales para brindar lo mejor de sus repertorios.
Y la que pisó el escenario y cautivó con su voz y ejecución en la guitarra fue la mexicana Natalia Lafourcade, quien transmitió la calma y felicidad que da la maternidad
Starlite Occident vivió una de sus noches más íntimas y conmovedoras de esta edición. Valeria Castro y Natalia Lafourcade protagonizaron una jornada doble que se sintió como un viaje emocional sin retorno.
Natalia Lafourcade conquistó. Cantautora, productora, compositora, guardiana de las raíces y referente indiscutible de la música latina. Con 22 premios GRAMMY en total —incluidos 18 Latin GRAMMY, lo que la convierte en la mujer más premiada en la historia de estos galardones—, ha forjado una carrera sólida, ajena a atajos y tendencias pasajeras. “Cancionera Tour” es su regreso a los escenarios tras varios años de pausa, un repaso a sus clásicos, mezclados con nuevas composiciones que suenan igual de atemporales.
Voceros del festival señalan que Lafourcade fue la encargada de abrir anoche el Auditorio. Sola, con su guitarra, su vestido negro infinito y una calma que desarma. No necesitó más que eso. Fue desgranando su repertorio con esa mezcla suya de dulzura y fuerza. La artista mexicana deleitó al público con un repertorio cuidadosamente seleccionado, que incluyó temas emblemáticos como “Hasta la raíz”, “Tú sí sabes quererme” y “Nunca es suficiente”, reflejo del universo poético y sonoro que Natalia ha construido con sensibilidad y autenticidad a lo largo de los años. Entre tema y tema, compartió reflexiones y pequeñas confidencias, entre ellas su embarazo, ya conocido por el público, e igualmente celebrado con cariño. Uno de los momentos más emotivos de la velada fue cuando interpretó “Cómo quisiera quererte” junto a Valeria Castro, una colaboración íntima que arrancó aplausos y ovaciones.
Después, llegó el turno de Valeria Castro, que ofreció un concierto cargado de sensibilidad, poesía y fuerza interpretativa. Conmovió al auditorio con temas como “La soledad”, “Tiene que ser más fácil”, “Devota” y “Guerrera”, entre otros, en un repertorio que transitó con honestidad por la emoción, la vulnerabilidad y la fortaleza. Uno de los momentos más especiales también fue su interpretación de “Debe ser” junto a Natalia Lafourcade, profundamente conmovedora, que unió a dos generaciones de cantautoras con una sensibilidad común. Cerró con “La raíz” y “Sobra decirte”, reafirmando su lugar en el corazón del público. Valeria demostró que su directo es tan potente como su discurso, y que no necesita más que sinceridad para sostener un concierto de los que dejan huella.Anoche, Starlite Occident vivió uno de los conciertos más esperados del verano: el único directo de Clean Bandit en España. El grupo británico llegó a Marbella con un show enérgico y muy trabajado, en el que no solo repasaron los temas que marcaron su trayectoria, sino que también dejaron pistas claras de hacia dónde va su nueva etapa.
Starlite ha recibido también en formato banda, con cuerdas en directo, batería, bajo y sección vocal reforzada, Clean Bandit volvió a demostrar que su propuesta no se queda en el estudio. Sobre el escenario, su fusión de música clásica y electrónica se vuelve tangible, con una ejecución precisa y un repertorio que conecta con varias generaciones. Canciones como “Symphony”, “Rather Be”, “Rockabye” o “Solo” siguen funcionando con fuerza, tanto por la producción como por la forma en que la banda las lleva al directo.
La cita en Starlite Occident también sirvió como espacio de presentación de “Believe”, su último single en colaboración con Lloyiso, que ya empieza a consolidarse como parte de su nuevo repertorio. La banda atraviesa una nueva etapa creativa y el público de Marbella fue testigo de esa evolución. En el setlist se colaron otros temas inéditos que apuntan a formar parte del próximo álbum, que llevan meses trabajando y que ya han empezado a testear en vivo.
También ha recibido a, la leyenda rumbera de Gipsy Kings ft. Nicolas Reyes regresó al Auditorio con una colección de clásicos que siguen sonando tan vigentes como hace décadas. Y, por otro, Walls debutó en el escenario Sessions con un directo eléctrico y emocional. Una noche para públicos distintos, con un punto en común: la música en directo como espacio de celebración.
El grupo no dejó hueco para el descanso. “Djobi Djoba”, “A tu vera”, “Allegria” o “Un amor” fueron coreadas por un público entregado desde el primer acorde. Hubo también espacio para momentos más íntimos y arreglos instrumentales que permitieron lucir a una banda sólida, que conoce bien sus tiempos y su repertorio. La voz de Reyes, más reposada que en sus años jóvenes, sigue teniendo el peso suficiente como para llenar cualquier escenario. El final llegó con “Bamboleo” y una “Volare”. Un cierre elegante y festivo, con el público en pie y los aplausos extendiéndose hasta la llegada de la siguiente propuesta de la noche.
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