Toluca, Estado de México, 28 de agosto de 2025 .- El diputado Octavio Martínez Vargas ha encendido la alarma en la Legislatura del Estado de México al demandar una pronta investigación sobre el presunto desvío de 32 millones de pesos del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de México (Trijaem). A dos años del incidente, ocurrido el 1 de diciembre de 2021, la falta de esclarecimiento ha llevado a Martínez a criticar enérgicamente la gestión de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), bajo la dirección de José Luis Cervantes Martínez.
Durante su intervención en la sesión de la Diputación Permanente, el legislador de Morena manifestó su indignación por la aparente inacción de la FGJEM. “No investiga, no judicializa, no solicita órdenes de aprehensión. Esto es inaceptable”, subrayó, haciendo énfasis en que ni el magistrado presidente del Trijaem, Gerardo Becker Ania, ni Tomás Delgado León, el director de Administración en el momento de los hechos, han sido llamados a declarar.
Alegando que la denuncia presentada por Becker Ania fue tardía y en el contexto de un supuesto “hackeo”, Martínez sostiene que la verdadera narrativa oculta un grave robo interno. Según la información bancaria a la que ha tenido acceso, el diputado aseveró que las transferencias que llevaron al desvío de los recursos solo podían ser realizadas por personal autorizado, lo que subraya la improbabilidad de un ataque cibernético.
La Fiscalía, que recientemente detuvo a una persona llamada Omar por abuso de confianza, ha sido acusada de no investigar adecuadamente a los presuntos responsables directos. “La omisión también es complicidad”, apuntó Martínez, demandando una acción firme que se alinee con el eje prioritario del Plan de Desarrollo Estatal: Cero Corrupción y Estado de Derecho.
El legislador también instó a los futuros titulares del Poder Judicial y del Tribunal de Disciplina Judicial a demostrar su compromiso con la justicia y a sancionar a quienes resulten responsables. A medida que avanza el tiempo sin respuestas claras, la exigencia de los ciudadanos por rendición de cuentas se vuelve más urgente. La sombra de la impunidad sobre el Trijaem sigue presente, y la presión para esclarecer este escándalo financiero aumenta.