Ciudad Madero, Tamaulipas – En un ambiente de descontento social, el diputado federal Jesús Nader Nasrallah, representante del Distrito 08 por el Partido Acción Nacional (PAN), ha sido calificado de traidor por los habitantes de Ciudad Madero y Tampico. La reciente victoria de Morena en estas localidades ha evidenciado el distanciamiento de Nader con su base electoral, a la cual prometió servir.
Desde su llegada a la Cámara de Diputados, Nader ha mantenido un perfil bajo, sin haber presentado iniciativas ni puntos de acuerdo que beneficien a su distrito. Según su bitácora legislativa, su participación se ha limitado a votar, dejando a un lado las gestiones que debería realizar en favor de los ciudadanos que lo eligieron. Este abandono ha generado un creciente malestar en la población.
Líderes empresariales y representantes de colonias de Madero y Tampico han levantado la voz, señalando que el diputado ha mostrado su verdadera cara al permitir el avance de Morena en su propio municipio, donde anteriormente se desempeñó como alcalde. «A los traidores no los queremos y vamos a señalarlos siempre», afirmó el Ing. Marco Antonio Hernández Berrones, coordinador de grupos sociales en Madero.
La decepción es palpable entre aquellos que brindaron su apoyo a Nader, quien en su momento fue visto como un referente de confianza. “Nos equivocamos con él”, lamentó un representante social de la comunidad, aludiendo a los acuerdos que se han revelado entre el diputado y el gobernador tamaulipeco de Morena, lo que ha dejado en evidencia su falta de compromiso con la ciudadanía.
El panorama es aún más complicado para Nader dentro de su propio partido. A pesar de haber sido parte del círculo cercano al exgobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca, ni el PAN lo respalda plenamente en este momento. “Sus ideales son como una veleta, se mueven de acuerdo a sus intereses políticos y personales, dejando de lado el verdadero fin de la política: gobernar para el pueblo”, concluyeron los líderes locales.
La situación actual en Ciudad Madero y Tampico pone de manifiesto un llamado urgente a la reflexión sobre la relación entre los representantes políticos y sus electores, en un contexto donde la confianza y la lealtad son fundamentales para el desarrollo de la comunidad.
