Columna Política

San Mateo Atenco se convirtió el 24 y 25 de noviembre en una de las sedes más relevantes del Estado de México. Gracias al Seminario Internacional “Innovación en Gobiernos Locales”, la alcaldesa Ana Muñiz Neyra logró reunir en su municipio a representantes de 21 ciudades de América Latina, el Caribe y Europa, posicionando a la tierra del calzado en un escaparate diplomático poco común para los gobiernos locales del Estado de México.

Este encuentro no solo permitió proyectar la identidad del municipio, sino que abrió una ventana turística, cultural y política que suele estar ausente en los gobiernos de la cuarta transformación, quienes se quedan atrapados en muchas ocasiones en agendas muy simples, enfocadas en lo local y sin diálogo internacional. La ausencia de representantes de países como Perú o Haití por temas de visado reflejó también las tensiones diplomáticas actuales entre México y algunas naciones, recordatorio de que la política global sigue influyendo hasta en los gobiernos municipales.

Además de los acuerdos alcanzados incluidos nuevos hermanamientos con un municipio de Belice y Galicia, España, el seminario se transformó en un espacio donde se abordó un tema que cruza fronteras: la violencia política de género que enfrentan las mujeres que gobiernan, una problemática que parece ser global en estos tiempos donde los derechos de la mujer se suponen ya son más valorados. Las coincidencias entre las alcaldesas presentes revelaron una realidad compartida: el machismo arraigado, los obstáculos para acceder al poder y la constante deslegitimación de sus decisiones públicas son el día a día durante sus gestiones.

En ese contexto, Ana Muñiz tomó la palabra para exigir que los recursos destinados a combatir la violencia de género lleguen realmente a los municipios, que son el primer contacto con las víctimas. Recordó públicamente el caso que la involucra, denunciando violencia política en razón de género ejercida según sus señalamientos por Arturo López Robles, Coordinador estatal de Juventudes de Morena en el Estado de México. Su exposición subrayó un punto incómodo pero urgente: el acceso a la justicia para las mujeres sigue siendo insuficiente, incluso dentro de los propios partidos.

Su llamado resonó claro y fuerte. Un día después, el 26 de noviembre, la magistrada del Tribunal Electoral del Estado de México, Arlen Siu, recibió a la alcaldesa para abordar el tema. El encuentro, difundido por la propia magistrada en redes institucionales, dejó ver que las declaraciones de Muñiz no quedaron en el aire y que el asunto avanza hacia una revisión formal de las medidas correspondientes.

Este episodio coloca en el centro del debate la responsabilidad de Morena y de cualquier partido político en depurar sus estructuras internas. Las juventudes partidistas que deberían ser semillero de nuevos liderazgos con una capacidad de pensamiento plural y no radical, no pueden estar encabezadas por perfiles señalados por conductas que contradicen los principios de igualdad y no violencia que el propio movimiento dice defender. Mantener en este tipo de espacios a jóvenes con criterio muy pequeño y con un perfil violento que además como exponen en sus mismas redes sociales, establecen vínculos con otros personajes señalados de la misma acción y que defienden en el mismo movimiento de la 4T aunque por otras siglas, evidencia la calaña de personas piojosas y corrientes que son, y que de continuar en espacios de influencia juvenil enviaría un mensaje político devastador: tolerancia ante la violencia contra las mujeres.

San Mateo Atenco no solo hospedó un Seminario Internacional. Fue el escenario donde una alcaldesa decidió alzar la voz frente a sus pares de otros países, frente a su comunidad y frente al sistema político. Después de meses de paciencia institucional, parece que el tiempo empieza a darle la razón: cuando las mujeres hablan, cuando denuncian, cuando no se quedan solas, la justicia avanza.

Ana Muñiz aprovechó un foro global para decirlo claramente: “Es ahora o nunca.” Y esta vez, su mensaje tuvo efecto inmediato y parece que esta vez no se escapa el mugroso agresor.

Si me lo cuentas Con Santo y Seña, lo publicamos.

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