Por Héctor Lozada
- Más allá del colapso
Reynosa, Tamaulipas 13 de agosto de 2021.- Cualquier palabra que denote gravedad se queda corta ante la realidad sanitaria que vive Reynosa.
Hospitales sin camas, laboratorios atestados de pacientes forman parte de una realidad donde el residente no alcanza a comprender la magnitud del coronavirus.
Farmacias y hospitales no se dan abasto.
Las filas para los análisis comienzan desde temprano.
Casos de personas de edades desde los 30 a los 60 y en algunos jóvenes y adolescentes ya sufren los síntomas del padecimiento del siglo.
En conversaciones con médicos y laboratoristas coinciden en que este municipio está siendo víctima no solo de la enfermedad, sino también de la deficiencia de camas y médicos.
Hace más de año y medio que se decía en fuentes oficiales que está situación iba a ser pasajera, tanto en medios laborales, como en círculos educativos la esperanza era la misma.
Hoy el destino le juega la peor de sus jugarretas a esta región.
Desgraciadamente no hay cifras oficiales exactas, porque no hay tiempo para contabilizar los casos.
Se sabe de zonas donde en una sola cuadra se han presentado casos de pacientes con el mismo cuadro clínico.
Incluso entre el personal de las instituciones clinicas oficiales priva desazón y miedo por el creciente número de casos que agobian a este municipio.
La autoridad hasta la fecha parece estar en shock para dar respuesta a esta emergencia sanitaria.
El regreso a clases pareciera una quimera, pues el temor hace estragos en los padres de familia que temen el contagio de sus vástagos y de ellos mismos.
Este viernes se confirmaron en Tamaulipas 630 nuevos casos de COVID-19, en tanto que en las principales poblaciones el fantasma de la peste sigue cabalgando, ya que Matamoros tuvo 162 nuevos contagios, Reynosa 144, Ciudad Victoria 61 y Altamira 51.
