¿Primero ser pobres?

12 agosto, 2021
¿Primero ser pobres?

Sin inversión en capital humano no hay gobierno humanista, así de simple

User007@mxpress.mx

El Banco Mundial (BM) considera que la Pandemia amenaza los logros en salud y educación, conseguidos  durante la última década.

“Conocimientos, habilidades y salud que las personas acumulan durante el transcurso de su vida, son fundamentales para que los niños puedan desplegar su potencial y para incrementar el crecimiento económico de los países”, dice el BM.

Además del golpe al futuro de menores  aún en proceso de formación, el Covid y el mal gobierno regresaron a México a su triste vocación expulsora.

Cada vez hay menos empleos formales e incluso entre estos, menos empleos con más de tres salarios mínimos y el gobierno se olvida de hacer bolsas de empleo.

Datos de arrestos de indocumentados en  Estados Unidos y  Remesas Familiares, muestran que salieron al menos dos millones de mexicanos en edad productiva en dos años.

Ya en Estados Unidos se habla de crisis de inmigración y los datos de la Patrulla Fronteriza muestran que el mayor aumento de indocumentados arrestados, son mexicanos.

La expulsión de población siempre ha estado ligada a la capacidad de la economía para crear empleos de calidad, es decir con prestaciones y salarios remuneradores.

Un proceso que inició con el gobierno de Peña Nieto pero que se ha incrementado con la Cuarta Transformación, es la precarización de los niveles salariales.

Cada vez hay más empleos de dos salarios mínimos menos, y se reduce el grupo se  tres o más salarios, por lo que la realidad es que cada día hay más pobres.

Solamente hay una forma de construir capital humano, y esa no es con algunos programas sociales que regalen dinero a población en edad productiva.

No promover la generación de empleo, pero sí invertir en petróleo, en electricidad, no es socialismo ni humanismo, es patrimonialismo.

Capital humano se define como el conocimiento, habilidad, destreza, talento, capacidad de trabajo, innovación, que tiene un conglomerado.

En 2018 México logró 61% en el índice de Capital Humano del Banco Mundial, muy bajo, pero ha seguido bajando desde entonces.

Significaba que un nacido en 2018, tenía en ese momento, un 61% de  posibilidades de ser más productivo cuando crezca, que sus padres.

Pero el requisito era que disfrutase por completo de educación, salud plena, entornos familiares y sociales saludables y respeto a su identidad.

Es tremendo que en dos años la cantidad  de mexicanos sin acceso a la salud creció de 21 millones a 36 millones, de esos, 16 millones son menores.

Durante todo 2020 se impartieron clases en línea con un pésimo diseño o mejor dicho, sin un diseño real para utilizar la Internet.

Ahora se intenta que los estudiantes regresen a aulas que no están adecuadas para evitar contagios y sin una estructura que preserve la salud.

Lo peor es que las escuelas obligan a los padres a firmar un documento que libera a la escuela de responsabilidad si el alumno se contagia de Covid.

La crisis de Covid y la crisis del obradorismo han convertido en nada la educación en México, pues ahora medirla y corregirla ya no es posible.

Pero no sólo en educación y salud aumentan los rezagos que afectan la generación de capital humano, también se deteriora el ingreso y el llamado tejido social.

Sin salud ni educación, sin  entornos saludables, con la corrupción y la delincuencia organizada gozando de cabal salud ¿Cuál capital humano?

En 2018 México  aún vivía del lado sur de la brecha de capital humano con los países norte o desarrollados o con una verdadera economía emergente.

Ahora vamos un poco más al sur y peor aún, en México la brecha interna norte sur se ahonda por un pésimo gobierno sin brújula.

Datos de las remesas señalan más mexicanos en México pero también el uso de este mecanismo para mandarles pagos a los grupos delincuenciales.

Mientras México no tenga altos niveles de productividad sus habitantes no podrán aspirar a mejores salarios, es un axioma.

Tampoco mientras no se tenga un verdaderos combate a la delincuencia la cual incide en que la inversión productiva huya del país.

¿Es plausible o es condenable que el presidente de los mexicanos rece “primero los pobres” y luego pida no aspirar a la prosperidad material?

Lo visto en 32 meses de gobierno y conforma a los datos de pobreza del Coneval, el lema es uno el resultado es otro: Primero hacer pobres.