Los Makyavélicos de Reynosa, Tamaulipas, están entrampados. La acumulación de errores -enfrentar al gobernador, Américo Villarreal Anaya, en su faceta de candidato-; coquetear con la aspiración gubernamental del panista, Truco Verástegui; hacer guiños al MC, para abrir una puerta emergente en caso de que el camino de MORENA llegara a obstruirse y sobre todo: hacer caso omiso de la autoridad judicial que sigue las pistas dejadas por el alcalde Makyito Peña Ortiz con la compra de la millonaria propiedad sin justificar los más de 20 millones que pagó por ella, los tienen contra las cuerdas.
Tanta presión tenía -tiene- el Makyavelito que tuvo que pedir el auxilio del Ejecutivo estatal, para parar la embestida judicial del Fiscal, Irving Barrios, quien tiene ordenamientos para ejecutar la orden de aprehensión contra Peña Ortiz, por diversos delitos que deben de ser pagados con prisión.
Villarreal Anaya, públicamente metió las manos por Makyito.
Ni decirlo: en política, todo favor tiene costo.
Los otrora soberbios Makyavélicos, le deben una al gobernador.
La intervención de AVA, dio respiro a la banda de Maky; pero se infiere: perdió capital político ante la inminencia de que el orgullo del nepotismo de la doctora, como dicen en el argot del periodismo policiaco, mascara garrote.
Más claro: el precio de la libertad del niño requerido por la Justicia tamaulipeca, bien podría valer la candidatura a la alcaldía de la ciudad.
El achicamiento de Maky y sus correligionarios, es evidente.
Solitos, se pusieron la soga al cuello.
¿Habrá espacio para la rebelión, si MORENA soslaya los deseos de reelección de Makyito?
¿Le rascarán el vientre bajo al tigre, con una orden de aprehensión viva y palpitante contra el alcalde, y se echarán en brazos del MC?
No hay sacrificio que una madre, no haga por sus hijos.
Bueno: una madre, normal; una madre, con natural instinto matriarcal.
Toda esa cauda, de incidentes, estarían articulando un escenario en ciudad Reynosa, de paz e institucionalidad en la vida interna del partido guindo.
Otra circunstancia que amenaza con liquidar los sueños de los Makyavélicos, es el escenario nacional. Las corcholatas -precandidatos, para ser claros- morenistas, tendrán premios de consolación; la comandanta Maky, no pudo sumarse a plenitud con ninguna de las tapa-roscas. Es decir: quedó en el aire.
En parte, la operación que intentó boicotear la visita de Adán Augusto López a tierras reynosenses, se le achaca a personal del alcalde, Peña Ortiz.
En lo que respecta a Claudia Sheinbaum, no pudieron subirse al templete y Maky. fue enviada casi a gayola.
Los clásicos titubeos y apoyos a medias de la doctora, la pusieron en estado de indefensión ante los tiburones que estarán en el Gabinete presidencial.
Eso genera la expectativa para que José Ramón Gómez Leal -o sus recomendados- asuma la candidatura por la alcaldía de Reynosa, con niveles competitivos -por todo lo anteriormente dicho- aceptables y razonables.
Ante la indecisión permanente de los Makyavélicos, hasta la diputación federal sería de alto riesgo para MORENA, toda vez que el Congreso de la Unión -el urgente plan C del presidente AMLO, para enfrentar al bloque conservador-, demanda de cuadros parlamentarios probados en jornadas afines a la IV T.
¿Una Senaduría para Maky?
Ni en sueños, por los antecedentes que ha exhibido y por lo que representa el próximo Senado para la continuación de Cuarta Transformación.
En el futuro inmediato de Reynosa, mucho tendrá que ver JR.
